
PANDEMIA, EPIDEMIAS Y ACADEMIA

Para la Gran Cebra, Raiza Andrea González Romero, mi hija del alma
“Pastrana se hizo presentador de televisión para ser presidente,
pero Duque se hizo presidente para poder ser
presentador de televisión”.
Esa maldita televisión de Carlos Castillo (2020)
“Gobiernos, sigan mintiendo
mientras su gente sigue muriendo”.
Stevie Wonder, poeta citado y traducido por J. D. Torres Duarte (2020)
“Lo que relata Luigi Giussani, religioso italiano, sobre un moribundo:
´Era como si contara serenamente los latidos de su corazón y dijera: uno más.´»
Diario de la peste por Gonçalo M. Tavares (2020)
“¡Cuando hay que aprender se aprende;
se aprende cuando se trata de encontrar una salida!”
Informe para una academia de Frank Kafka (1984, p. 475)
“Tenemos que ´aprender otra vez a tener esperanza´…
Tenemos que ´ser realistas y pensar lo imposible.´”
El principio esperanza de Ernst Bloch (Hermsen, 2020)
¡Amable lector reflexivo!, ojalá que las Reciedumbres Auténticas del Universo y las Lumbreras de la Humanidad nos iluminen para reflexionar sobre pandemia, academia, economía y política nacional, con el objetivo que nos demos cuenta de que es necesario cambiar si queremos salvar nuestro Patria. A pesar de que la Consagrada primavera colombiana o el histórico estallido social de 2019 avizoraba un futuro un poco más promisorio para nuestro país, a finales del 2019 apareció en Wuhan China el Covid-19, un virus con síntomas similares a la gripe que surge periódicamente en diferentes áreas del mundo y que causa infección respiratoria aguda, el cual fue convirtiéndose lentamente en una pandemia que contagió por ende a la nación macondiana.
Así, el consiguiente confinamiento obligatorio le cayó a Iván y a su partido político como una lluvia bendita que aplacó el fuego rebelde nacional y convirtió en cenizas el eterno hacinamiento carcelario y la masacre de 23 reclusos en marzo 21 de 2020 (semana.com). La crisis del coronavirus parece haberle dado un segundo aire al Centro Democrático y al mandato errático y vacilante del subpresidente Duque ahora ascendido a archiduque, que gobierna desde las urgencias que le plantea la peste universal, mientras un manto de oscuridad cae sobre los escándalos gravísimos de la compraventa de votos de la Ñeñepolítica y el Aidagate y sobre los problemas también gravísimos que nunca ha enfrentado con seriedad, como el asesinato sistemático de líderes y el segundo desempleo más alto de América Latina.
Ciertamente, los asesinatos de líderes sociales, defensores de derechos humanos y excombatientes de las Farc no han disminuido en lo que va del estricto aislamiento, sino que han crecido en un 53 % en los primeros cuatro meses del año: “16 líderes fueron asesinados en enero, 11 en febrero, 13 en marzo y nueve en abril, para un total de 49, mientras que en los primeros cuatro meses de 2019 fueron 32.” Ese 53 % sale del informe que presentó la Fundación Ideas para la Paz y que un Editorial de El Espectador (mayo 28 de 2020) cita. Este panorámico genocidio aterrador “ha puesto a Colombia como el país con mayor violencia en contra de los líderes sociales en el mundo” (De Zubiría, 2019); de ahí que la comunidad nacional e internacional esté profundamente preocupada.
Como si lo anterior fuera poco, igualmente el alto desempleo ha aumentado de manera alarmante en lo que va del confinamiento obligatorio: “solo en abril de este año, se perdieron 5,3 millones de empleos. Del 10,3 % de desocupación hace un mes, ahora estamos en un 19,8 %. Se trata de una cifra histórica que no veíamos hace décadas.” (Editorial El Espectador, mayo 31 de 2020) Este alarmante paisaje de desocupación ha puesto a Colombia como uno de los países con mayor desempleo del planeta.
En cualquier país democrático, también el empleo es protegido; mas aquí es destruido por las decisiones difíciles y equivocadas del subpresidente Duque, coadyuvado ahora por la despiadada peste universal. Como el capital económico que se pierde con la destrucción de tantos empleos es incalculable, también la Atronadora primavera colombiana de 2019 retumbó y exigió más ocupación; pero el Gobierno actual igualmente se hizo el sordo y está haciendo lo contrario: “cediendo a la presión de sus financiadores, léase grandes corporaciones, ha condenado a la sociedad colombiana al contagio y a la muerte siguiendo la receta de una reactivación económica temprana que solo esconde, de una parte, el afán codicioso de las élites económicas del país, acostumbradas ya a la muerte de colombianos tras su propia acumulación de riqueza y, de la otra, la desidia absoluta para producir una política social fuerte que permitiese el confinamiento salvador que implicaba, ni más ni menos, una herejía para la política tradicional de Colombia: la redistribución de la riqueza en función de los humildes y la clase trabajadora.” (Petro, 2020)
¡Despiadados e inequitativos dirigentes colombianos!, “ya está bien de economías de mercado. Es la hora de una economía social de mercado” (Londoño, 2020) que financie un paquete de medidas de $ 50 billones para los más pobres, vulnerables y trabajadores independientes e informales y para la protección de los trabajadores y los contratistas formales; ese dinero “puede salir de un crédito blando del Banco de la República al Gobierno (el Banco puede hacer grandes emisiones, sin respaldo en oro ni en divisas y con solo un límite: las condiciones macroeconómicas que determinen cuánta liquidez puede soportar la economía del país).”(Lides citado por Londoño, 2020). También está la opción “de echar mano de una parte de los $200 billones de las reservas nacionales, invertidas en bonos de varios países, la mayoría en bonos del Tesoro de Estados Unidos.” (Ibíd.) Una vez superada la pandemia, continúa Londoño citando al laboratorio de estudios sociales liderado por Mauricio Cabrera, habrá que “tramitar una reforma estructural y seria que elimine beneficios viciosos y cumpla el precepto constitucional de que el estatuto tributario sea equitativo, eficiente y progresivo”.
Aquí se juntó pues esa delicada pandemia con la situación sociopolítica interna -agravada ahora con los incrementos del asesinato a los líderes, el desempleo más alto del mundo con una gran pobrería hambrienta y la crisis carcelaria – y las grandes dificultades económicas -petróleo bajo, dólar alto, históricas caídas bursátiles, mercados en pánico y empresarios angustiados-. En medio de esta tormenta económico-política, en medio del miedo a la peste universal y en medio del encierro de la Consagrada primavera colombiana preguntamos:
¿La salud prima sobre la economía? La economía es esencial para el país, pero la salud lo es aún más. Como Colombia carece de un sólido sistema de salud pública con un Gobierno cuestionado, pero volviendo trizas el proceso de paz en medio de risas, ¿seremos capaces de encontrar el equilibrio entre proteger la salud y minimizar el trastorno socioeconómico del aislamiento draconiano? ¿Será que no podemos hacer nada para salvar el proceso de paz? Proteger la salud y solucionar la grave situación socioeconómica y política pasa por tomarse en serio la pandemia, el desempleo, la crisis carcelaria, los fraudes y el acuerdo de paz. ¿El remedio para el covid-19, la violencia, las inhumanas condiciones carcelarias y la amistad con Aída y el Ñeñe será el mismo?: ¿lavarse las manos?
Respuestas diáfanas, voluntad política para una economía social de mercado, honestidad del poder judicial, respeto al proceso de paz y estrictos protocolos de bioseguridad es lo que se necesita para limpiar del mortífero coronavirus que desnudó el poder uriduquista y mostró los virus de la maldita violencia asesina, la sistemática corrupción criminal y el crecimiento del narcotráfico.
Pues sí: a pesar de muertes, encierros e inconvenientes por la pandemia del Covid-19 y a pesar de asesinatos, desigualdades e injusticias por las epidemias de la corrupción rampante, el incontenible narcotráfico y la impunidad galopante, la esperanza en nuestra Consagrada primavera ahora se traslada a la esperanzadora Academia; es decir, al arte y la Literatura como baluartes humanísticos que celebran la aventura de la vida como una lucha hermosa y aprendizaje continuo, para rendirle homenaje al conjunto de los derechos, a los artistas y escritores universales y, por supuesto, a los grandes científicos. Este encierro obligatorio, el teletrabajo docente de Lengua castellana y Literatura y la jefatura del Área de Humanidades del colegio Usaquén me han permitido explorar el inmenso legado que dejaron Homero, Gabriel García Márquez, Miguel de Cervantes Saavedra o William Shakespeare, genios de la palabra, que se traduce en el pálpito viviente, universal y oscuro del alma humana. A estos autores, James Shapiro los declara eternos porque siempre están en cualquier época; por eso, en nuestras clases presenciales y virtuales hemos visibilizado el goce, el significado y la complejidad de sus obras que han marcado las artes y el pensamiento. Dichas plumas brillantes presentan las pasiones, las miserias, las grandezas humanas e interpelan a la ciudadanía y preguntan cómo salir del conflicto.
En esta línea, son muchos los conflictos y problemas que han causado dicha emergencia inesperada y las epidemias mencionadas. Ellos están siendo tomados como insumos por la literatura y las artes y están siendo analizados y convertidos en objeto de estudio por las ciencias. “La peste ha sido, según Mario Vargas Llosa (2020), a lo largo de la historia una de las peores pesadillas de la humanidad. El coronavirus será una pandemia pasajera”, esperamos que corrupción, narcotráfico e impunidad también lo sean. Lo que no pasará será la esperanza por la Consagra primavera colombiana preñada ahora de la esperanza del arte, la literatura, la vida y la paz; durante las tragedias buscamos respuestas en el arte, la literatura y la ciencia porque nos ayudan a mirar el presente. Por eso, en este confinamiento hemos disfrutado virtualmente de las maravillas del arte, la literatura y la ciencia, en donde hay un manejo inteligente del lenguaje y del pensamiento y la solución efectiva de problemas. Porque a través del arte, la palabra talentosa y la búsqueda científica, podemos ser una mejor sociedad inyectándole más goce, conocimiento, autonomía, convivencia y creatividad.
El cantautor español Joaquín Sabina, en un video del Instituto Cervantes que en España está promoviendo la campaña #LaLibertadEsUnaLibrería, declaró: “Para mí, que me dan miedo muchas cosas, justo el confinamiento no, porque tengo muchos libros… hace muchísimos años que ya no estoy solo, desde que aprendí a leer”. Ha valido mucho la pena reencontrarnos con los libros y nosotros mismos en este confinamiento. Libros como La odisea, Cien años de soledad, El Quijote, Hamlet o como aquel que contiene estos versos: “Lengua de maravillas / Lengua de sortilegios / Lengua que se viste / De ropajes regios”. Versos que me enseñó una gran maestra samaria en la tierra donde un hombre se convirtió en caimán por los efectos del ropaje regio llamado amor. Además, muy pertinente leer Un día de cólera de Rafael Pombo, que es una representación del cólera como un “tremendo” y “privilegiado talador del mundo” que “Va, sin cesar, segundo por segundo / Víctimas sobre víctimas haciendo”. Él, según Javier Ortiz (2020), compara esta peste con un ferrocarril siniestro que embarca sin ninguna contemplación en sus vagones de muerte a todo aquel que se atreva a despedirse de los que están a punto de morir: “Y el que le dice adiós al moribundo / ¡Ay! Por el mismo tren suele ir partiendo”. En evidente pues que necesitamos leer apasionadamente en familia o solo para estar más acompañado y “pensar para saber que estamos sobreviviendo”, como bien lo dijo Alberto Manguel, el autor de Una historia de la lectura.
No olvidemos entonces de observar arte y de leer a científicos y a los autores mencionados, para tener siempre presente su ejemplo de creación y de vida. Además, recordemos que en el discernimiento acertado de los grandes científicos, de los libros clásicos y de las obras de arte universales está la brújula que guiará adecuadamente el uso inteligente de la ciencia, del lenguaje y del pensamiento, para que nuestro desempeño académico, laboral, ciudadano, convivencial e intelectual sea cada día mejor y para que, parodiando a nuestro Nobel de Literatura, las estirpes condenadas a más de 70 años de violencia -tomando como hito el crimen de Gaitán en 1928- tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra y podamos con más democracia, más participación, más tolerancia y más respeto a la paz, resolver nuestros conflictos, y abrir un futuro satisfactorio. Para eso, por los menos en lo que resta de este 2020, es necesario tener claro que quedarse en casa y lavarse las manos permanentemente es un mecanismo de prevención literal y no una metáfora.
Ojalá aprovechemos pues estos días para disfrutar de la alegría elemental de vivir porque según José Pepe Mujica “la aventura de la vida es maravillosa a pesar de todas sus contrariedades”. Y ojalá aprovechemos estos días también para seguir reflexionando sobre lo mejor para nosotros, Colombia y América Latina porque lo positivo de todo esto es que la solución está en nuestras manos, en las manos académicas del arte, la literatura, la ciencia y, por supuesto, en las manos de líderes y políticos pulquérrimos: ellas nos salvarán, no las armas. Si logramos unirnos como sociedad y trabajar más en equipo ciudadano amante de la vida digna, la paz verdadera y la esperanza radical, seguramente saldremos fortalecidos de pandemia y epidemias y así estaremos listos para vivir a plenitud en otro mundo mejor, más justo y sostenible con una nueva ética ciudadana fundada en el progreso común y no en el beneficio individual, sin crímenes ni mentiras ni marioneta televisiva de subpresidente. En suma, ¡amable lector reflexivo!, el anhelo es “aprender otra vez a tener esperanza” para ser realistas, pensar lo imposible y encontrar una salida digna.
BIBLIOGRAFÍA
– Castillo Cardona, Carlos (2020). Esa maldita televisión, en El Tiempo, Bogotá, publicado el 23 de junio en https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/carlos-castillo-cardona/esa-maldita-television-columna-de-carlos-castillo-cardona-510312
– De Zubiría, Julián (2020). La teoría de las ventanas rotas y el asesinato de líderes sociales en Colombia, en Semana, Bogotá, publicado el 20 de enero en https://www.semana.com/opinion/articulo/la-teoria-de-las-ventanas-rotas-y-el-asesinato-de-lideres-sociales-en-colombia-columna-de-julian-de-zubiria/648720
– Editorial elespectador.com (2020). La esperanza radical de los colombianos. El Espectador, Bogotá, publicado el 31 de mayo en https://www.elespectador.com/opinion/editorial/la-esperanza-radical-de-los-colombianos-articulo-921857
– _______ (2020). Los siguen matando, cuando son más necesarios, en El Espectador, Bogotá, publicado el 28 de mayo en https://www.elespectador.com/opinion/editorial/los-siguen-matando-cuando-son-mas-necesarios-articulo-921437
– Hermsen, Joke J. (2020). Seamos realistas, pidamos lo imposible, en El país de España, Madrid, publicado el 26 de junio en https://elpais.com/opinion/2020-06-26/seamos-realistas-pensemos-lo-imposible.html
– Kafka, Frank (1984). Informe para una academia. Maestros de la literatura universal, Alemania. Bogotá: Editorial Oveja Negra.
– Londoño, Julio César (2019). ¿Por qué tanto ruido con los líderes sociales?, en El Espectador, Bogotá, publicado el 12 de julio en https://www.elespectador.com/opinion/por-que-tanto-ruido-con-los-lideres-sociales-columna-870656
– ________ (2020). Keynes y el COVID-19, en El Espectador, Bogotá, publicado el 4 de abril en https://www.elespectador.com/opinion/el-medico-y-el-banquero-columna-911676
– Ortiz, Javier (2020). La poesía en los tiempos del coronavirus, en El Espectador, Bogotá, publicado el 5 de marzo en https://www.elespectador.com/opinion/la-poesia-en-los-tiempos-del-coronavirus-columna-907599
– Petro, Gustavo (2020). La pandemia ha desnudado el Poder, en Los Gustavos, publicado el 21 de junio en https://cuartodehora.com/2020/06/21/la-pandemia-ha-desnudado-el-poder/
semana.com (2020). 10 horas de terror, Bogotá, publicado el 7 de junio en https://www.semana.com/nacion/articulo/en-exclusiva-masacre-carcel-la-modelo-pruebas-del-amotinamiento-carcelario/677853
– Tavares, Gonçalo M. (2020). Salgo al sol junto con dos animales y con una nube encima. Diario de la peste, en El Espectador, Bogotá, publicado el 26 de junio en https://www.elespectador.com/noticias/cultura/salgo-al-sol-junto-con-dos-animales-y-con-una-nube-encima-diario-de-la-peste-de-goncalo-m-tavares/
– Torres Duarte, J. D. (2020). Stevie Wonder, el poeta clásico del Funk, en El Espectador, Bogotá, publicado el 3 de junio en https://www.elespectador.com/opinion/stevie-wonder-el-poeta-clasico-del-funk-columna-922416
– Vargas Llosa, Mario (2020). ¿Regreso al Medioevo?, en El País de España, Madrid, publicado el 14 de marzo en https://elpais.com/elpais/2020/03/13/opinion/1584090161_414543.html
Excelente pluma.
Doctora Colombia, gracias por su elogio. Ojalá continué leyendo el portal y comentándolo.
Mi estimado profesor. Celebro que se abra espacio en la academia y la sana y aguzada crítica. Estoy seguro que seremos muchos los lectores de una pluma a puño firme a favor de la justicia social. Felicitaciones.
Doctora Colombia, gracias por su elogio. Ojalá continué leyendo el portal y comentándolo.
Maestro Víctor, muy agradecido por su comentario animador de la escritura comprometida. ¡Qué siga siendo un asiduo visitante grato de esta web.
Excelente columna, ha expresado una descripción de nuestra realidad, todo y mucho más lo que desnuda la baja confianza en nuestros gobernantes
Mi apreciada Sandra, muchas gracias por tu comentario. Tu visita a este portal nos enorgullece.
¡Excelente reflexión! «En suma, ¡amable lector reflexivo!, el anhelo es “aprender otra vez a tener esperanza” para ser realistas, pensar lo imposible y encontrar una salida digna.»
Mi gran mánager, hoy más que nunca la utopía es necesaria para esa salida digna tan esperada. Mil gracias por tu labor.