LOS RETOS DE COLOMBIA EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Con Miguel Hernández canto con la voz de luto,
pueblo de mí, por tus héroes/que cultivan raíces y esperanzas…

En medio de los problemas sanitarios y económicos de la pandemia del Covid-19 y en medio de las injusticias sociales de las epidemias de la corrupción y del narcotráfico, hay que resaltar el significado de la conmemoración del 20 de julio, nuestra fiesta patria por excelencia para volver a creer en nosotros. A propósito, es claro que las conmemoraciones pueden estimular la reflexión colectiva sobre el valor simbólico o político de un evento evocando su potencialidad histórica y permitiendo la apertura de nuevas visiones acerca de una sociedad determinada; por ello, celebraciones como ésta deberían tener que ver más con el presente y con el futuro que con el pasado, aunque nada tiene más futuro que el pasado. En la maravillosa experiencia del 1810 está el año crucial para el independentismo del Caribe español y del mundo hispanoamericano porque se proclama la Independencia de España.
Con base en el principio de que las preguntas al pasado las hacemos desde el presente, sintetizo nueve retos de esos 210 años del 20 de julio de 1810, que se encuentran en mi libro denominado Desafíos de la generación del bicentenario (autoreeditores.com, 2019, 140 págs.), y uno salido de la actual coyuntura:

1- Detener la guerra tan cerca entre Colombia y Venezuela con quien hemos estado jugando a tensar esa peligrosa cuerda, que nos conduciría al desmoronamiento de las raíces y esperanzas de Bolívar. 2- Antes que entender los medios es comprender la comunicación para hacerla posible como una dimensión de la vida que incluye -pero también trasciende- los medios. 3- La confrontación del conocimiento y el discurso a través de la Pedagogía crítica emancipadora y el Arte de leer. 4- Fortalecer la formación ciudadana y la reinvención de la vida democrática mediante las artes de la convivencia, de la inteligencia de los intelectuales y de la destreza de los técnicos, de un verdadero deber ético-político de los dirigentes y estadistas nacionales, de un empeño real ciudadano y de un verdadero compromiso docente con la educación. 5- Anteponer al intelectual macondiano el intelectual orgánico que ideó Gramsci como pensador, organizador y dirigente. 6- Desentrañar las jugadas maquiavélicas del poder encabezado por el archi-Duque y el presidente eterno. 7- En busca de la nación colombiana: 210 años sin pacto sobre lo fundamental (PF), ahí se encuentre la raíz de los mayores desencuentros y polarizaciones de hoy; a un real PF no se llega con sangre o cobardía sino con corazón, valor e inteligencia. 8- Escuchar la nueva Misión de sabios de 2019 porque ratificó el optimismo en la humanidad y el papel central de la ciencia, la educación, la tecnología y la innovación; sus resultados ojalá no queden en el olvido, igual que ocurrió con la liderada por García Márquez y Rodolfo Llinás en la década de los 90 del siglo XX. 9- La consolidación de nuestra soberanía e independencia para que se una a los esfuerzos que están renovando el contenido del proyecto bolivariano, que enfrente la crisis civilizatoria actual para salvar a Colombia y a la propia región latinoamericana de la voracidad de cualquier tipo de imperialismo. Y 10- (Este reto no está en libro por razón obvia). Anteponer a la economía de mercado la economía social de mercado que financie un paquete de medidas de $50 billones para los más pobres, vulnerables y trabajadores independientes e informales y para la protección de los trabajadores y los contratistas formales, dinero que puede salir de un crédito blando del Banco de la República al Gobierno o de una parte de los $200 billones de las reservas nacionales; después de la pandemia, seguiría una reforma tributaria estructural y seria.
Es evidente que el gran reto de hoy es afrontar los diez desafíos en su conjunto, para dar respuestas a los problemas cada vez más complejos de la Generación de los 210 años para no ser inferiores y contribuir a que educación, ciencia, tecnología e innovación no permanezcan ajenas a la cultura y al desarrollo del país, para que esta conmemoración se convierta en un potenciador que permita construir, con un verdadero sentimiento patrio, un camino más grato para poder disfrutar de una mejor sociedad. Por eso, no deberíamos esperar otros 210 años para cumplir los ideales de justicia y libertad por los que lucharon los héroes y las heroínas de la Independencia y de este modo los periodos pacíficos no sigan siendo hojas en blanco en el libro de la historia: se equivocan quienes tienen afán por salir de pandemia y epidemias con el fin de que Colombia siga funcionando como venía, desconociendo las señales del tiempo que nos dice que la vida no puede quedar sepultada debajo del poder y la ambición.

2 respuestas a «LOS RETOS DE COLOMBIA EN TIEMPOS DE PANDEMIA»

  1. Saludos amigo Dairo.
    Texto muy reflexivo sobre los retos que plantean estas celebraciones patrias, que lucen descoloridas y alejadas del imaginario colectivo. Por supuesto, las razones afloran en el texto. Y las soluciones son complejas, y están atravesadas por formar una consciencia ciudadana crítica y decidida a romper con esa epidemia constante en la historia nuestra, como bien los señalas al final, que hunde al país en un pantano pestilente.
    Te felicito, y un fuerte abrazo desde la distancia.

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