
GOLPES EMPOZADOS EN EL ALMA*

In memoriam de Manuel Segundo Viloria Cabeza, mi auténtico cuñado emprendedor y amigo del alma; y de Lácydes González Quiroz, mi hermano de siempre: ambos arrebatados por la infame pandemia devastadora, previsible y evitable. En memoria de Adalberto Moreno González, mi sobrino entrañable muerto repentina e inesperadamente por un paro cardiorrespiratorio, y en memoria, una vez de más, de muchos jóvenes asesinados como Lucas Villa por la brutalidad policial y paramilitar en el Apoteósico Paro Nacional que ya lleva más de un mes.
En medio del gran estallido social evitable y la infame pandemia devastadora inexorable: Hay días en que somos tan agoreros, tan agoreros, como los heraldos negros que no detiene nadie: Se escoge un velón blanco mortecino en vez del rojo vivo presagiando el “heraldo negro que nos manda la Muerte.” Hay “días en que somos tan sórdidos, tan sórdidos, como la entraña oscura de oscuro pedernal; la noche nos sorprende… tasando el Bien y el Mal.” “Hay golpes en la vida, tan fuertes… Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma…” Golpes que “Abren zanjas oscuras en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.” Son “los heraldos negros que nos manda la Muerte.” Espirituales golpes profundos que nos duele en “todo lo vivido”, empozados, “como charco de culpa, en la mirada.” “Y hay días en que somos tan lúgubres, tan lúgubres, como en las noches lúgubres el llanto del pinar: el alma gime entonces bajo el dolor del mundo, y acaso ni Dios mismo nos puede consolar.” Pero en medio de un gran estallido social evitable y una infame pandemia devastadora inexorable, habrá también, ¡oh Fuerzas positivas del universo!, “un día… un día… un día en que” la Ciencia médica, los Astros prodigiosos y los valientes Faros rebeldes se alineen en favor de la vida y del destierro de la muerte y la zozobra… “¡Un día en que ya nadie nos” pueda detener!
* Este texto es una arbitraria combinación macondiana de La canción de la vida profunda de Porfirio Barba Jacob y Los heraldos negros de César Vallejo:
- Vallejo, César (1979). Obra poética completa. Edición, prólogo y cronología de Enrique Ballon Aguirre. Biblioteca Ayacucho, Editorial Galaxis: Caracas.
- Barba Jacob, Porfirio (1999). Poesía completa. Planeta Colombiana Editorial: Santafé de Bogotá.
**Obra Death and Life (Muerte y Vida) de Gustav Klimt tomada de Google Art & Culture
Excelente trabajo
¡Gracias!
Hola amigo. Dios es amor, por lo tanto no odia a nadie. El mismo hombre por desobediencia, es quien se está autodestruyendo. La misma naturaleza está reaccionando al no ser valorada.
Tus escritos son muy buenos, pero, no la cojas con nuestro Padre Celestial. Gracias amigo querido.
Apreciada Socorro, así esté un poco en desacuerdo, gracias por tu comentario y tu visita a este portal que también es tuyo. Espero que lo sigas honrando con tu presencia, muy amable.
Excelente artículo mi estimado Dairo, hay días que nos desalentamos, pero esa es la vida, una lucha de contrarios, donde uno de los dos saldrá triunfal.
Un abrazo camarada.
Maestro Perea, gracias.
Es un collage afortunado e inteligente de textos poéticos, que así combinados, tiene la calidad y la contundencia existencial demandada por las actuales coyunturas; además, las voces invocadas tienen la autoridad suficiente, ya consagrada por los lectores de varias generaciones, para pronunciarse de nuevo en este escenario latinoamericano, donde es esencial que resuenen con estruendo como trompetas triunfales de augurios felices del parto violentado de un mundo justo.
Profesor Borja, mil y una gracias por sus certeros comentarios. Su visita honra a este portal.
Mi estimado amigo, profesor Dairo González, resulta muy oportuno recurrir a dos obras maestras para interpretar este maremágnum social que promete, al menos, un cambio significativo para nuestro pueblo colombiano. Ya no será lo mismo. Tanto la pandemia como las rebeldes manifestaciones juveniles, transformarán este sistema de cosa.Esto, el cambio, ni Dios ni nadie los detendrá. Sin duda, pudiste hablar de «El monumento» y el profesor de historia. Cobra vigencia ahora que están rodando por suelo muchas estatuas que no representa a esta sociedad despierta y rebelde
Apreciado maestro Víctor, gracias por sus atinados comentarios y recordarnos esa gran obra teatral colombiana del dramaturgo Enrique Buenaventura tan querida por los educadores unilibristas de la década del 80. Un rebelde abrazo vital,
¡Excelente y sentida reflexión! En menos de 25 días hemos tenido que decir adiós de manera repentina e inesperada a 3 tíos y un primo… ¡Una auténtica tragedia! 💔 Nos duelen profundamente el alma y las entrañas. ¡Te quiero mucho papi! 🫂♥️
Así es mi gran pequeña liebre, una auténtica tragedia que nos duele profundamente.
El amor inmenso es el que nos da tanta fortaleza, gracias.
Maestro, de los nacidos en ese polvoriento y caluroso rincón de Colombia, Plato, solo usted podría lograr semejante híbrido literario.
Un abrazo.
Mi compadre del alma, gracias por ese comentario tan elogioso; únicamente le faltó decir Tacamocho.