El AÑO QUE SE VA Y EL QUE VIENE

“Y el que llora y sufre las penas
que se olvide del Año Viejo.
Si tiene un corazón sincero
verá en el firmamento las estrellas…»

¡Amables lectores multicreyentes, sentipensantes y librepensadores!, apenas aparece diciembre en el calendario, y más si coincide con un Mundial de Fútbol y el Mensaje de navidad del poeta Rosendo Romero Ospino, el ánimo cambia y se alborota el optimismo hasta el punto que da la sensación de que ya desaparecieron la inmensa pobreza y el desgarro social, la pandemia del covid-19 y las epidemias del narcotráfico, la corrupción rampante y la gigantesca desigualdad. De cómo nos fue en 2022 y cómo nos puede ir en 2023 es que voy a hablar, para intentar entender lo que nos sucede e incrementar el alivio ante la melancolía.

Otra vez pues es fin de año y éste es ineludible como la mujer y el hombre, la guerra y la paz, las alzas y los impuestos, el Mundial de fútbol y la Fifa, las mafias y demás; este 2022 fue un año marcado por muchas turbulencias en lo político y económico, en lo cultural y educativo y en lo social e histórico resultado de procesos que llevaban años incubándose. Recuerdo con Florence Thomas que en febrero de 2022 hubo una histórica sentencia de la Corte Constitucional (C/055) que “eliminó el delito de aborto hasta la semana 24. Solo cinco países en el mundo lo lograron. Y, sin duda, es una victoria de la llamada Causa Justa y… reparadora, por lo que ha significado el aborto en la historia de las mujeres.”

En el campo de la cultura, lo más destacado en Colombia de 2022 fue la publicación de varios ensayos, narraciones y poemarios de autores como Hernán Borja, Jesús Abad Colorado, María Belén Sáez de Ibarra, Maribel Abello, Cristian Valencia, Mario Mendoza, María Paz Guerrero, Víctor Andrés Rivera y Dairo González Quiroz, entre otros. Otro hecho cultural también destacado fue la película Los reyes del mundo de Laura Mora que ganó la Concha de Oro en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián; filme que es “una pieza muy potente sobre el dolor del destierro, la violencia y la orfandad. Un viaje en busca del hogar guiado por una proyección de esperanza que se trunca en la historia de unos adolescentes que no han tenido más educación que la violencia, que se mueven tras una tierra prometida (y frustrada por las burocracias de la restitución de tierras) por medio de paisajes sublimes de la Colombia maldita.” (LD de ET, 2022) Y es que ese sueño no existe porque en este país la justicia es de la eterna oligarquía. Heredera de miradas cinematográficas muy nuestras, en las que el dolor de la pobreza está cargado de cinismo y humor, dicha película ofrece la visión de Mora, “una mujer tremenda que magistralmente nos arroja momentos de absoluta ternura sobre estos hijos de nadie que no son lo que son porque quieren sino porque les toca.” (Ibíd) En el mundo, el hecho cultural más importante del 2022 fue la entrega del Premio Nobel a la francesa Annie Ernaux. “Con un estilo simple pero preciso, con palabras comunes, Annie ha hablado de las dificultades de ser mujer en un mundo de hombres, de las dificultades de vivir su vida sexual y amorosa, las dificultades de estar sola, libre, de expresar una voz femenina en un espacio literario dominado por el pensamiento masculino.” (Ibíd)

Con relación a la Paz, en 2022 se celebraron seis años en que el expresidente Santos y la extinta Farc firmaron en el Teatro Colón su Acuerdo Final -AFP-, que prometió cambios esenciales en reforma rural, representación política, atención integral a los territorios abandonados y cambiar el paradigma de la guerra contra las drogas, entre otros asuntos acordados en La Habana durante varios años de diálogo. El arranque del tren de la paz no se ha podido detener a pesar de fundamentalismos religiosos, odios viscerales e incontables obstáculos de la caverna que nos gobernó el periodo pasado, pues la fobia por la paz del subpresidente Duque, su presidente eterno y su partido no ha sido un secreto para nadie; ese mandato se rigió por la directriz “Paz con legalidad”, solo para dejar en claro la supuesta ilegalidad del AFP.

Aunque más de la mitad de los procesos de paz en el mundo han fracasado antes de los seis años, esta oportunidad histórica nuestra avanza a troche y moche, pero avanza. El balance del sexto aniversario tiene logros, lunares y enfrenta retos y riesgos: en términos de vidas salvadas, finalización de una guerra interna de más medio siglo, posicionamiento de la JEP y continuo respaldo mundial, lo alcanzado es significativo. EUA sacó a las extintas Farc de su lista de organizaciones terroristas porque entendió que éstas les dijeron adiós a las armas para siempre, lo cual envió un claro mensaje al Gobierno uriduquista para que acelerara la implementación del AFP y parara las persecuciones y asesinatos de los excombatientes que ya contabilizan casi 400 muertos.

A pesar de las amenazas y los enemigos agazapados, la propuesta de paz total del dúo Petro-Márquez no ha generado divisiones ni rechazos en la opinión pública, pero sí dudas sobre su procedimiento y aplicabilidad. El camino legislativo se despejó luego de que la mayoría de partidos se alineara con el Gobierno. No obstante que ha bajado, la continuación de la matanza de policías, soldados y líderes sociales por las disidencias de las Farc y el narcoparamilitarismo sigue siendo un desafío frontal a su iniciativa. El relanzamiento petrista de la implementación plena del acuerdo de paz santista y el anuncio del inicio de la humana paz total progresista ha sido un acierto de este Gobierno, aunque hay inquietudes válidas e interrogantes que rodean lo que sería la negociación con el Clan del Golfo y demás bandas narcoparamilitares. 

Pero la terminación del primer ciclo de la incipiente negociación de paz con el Eln en Venezuela, es un buen indicio de que la paz total está caminando sin meterlo en el mismo costal con grupos narcoparamilitares y bandas criminales; sobre eso Humberto de la Calle tiene razón cuando dice que no debe haber justicia especial para grupos sin contenido político. De todos modos, también caminan diálogos simultáneos o paralelos con actores muy disímiles del conflicto, lo cual es muestra del cambio que propone este Gobierno. Menuda tarea, que requerirá mucha audacia creativa y la adecuada dosis de zanahoria y garrote. “Es de esperar que los conductores de este nuevo proceso sepan colocar bien sus piezas en el complicado rompecabezas que se vislumbra. Están en juego no solo el éxito del gobierno Petro sino la seguridad y paz de los colombianos.” (Santos, 2022B) A pesar de los obstáculos a la totalidad pacífica, el presidente ha insistido: “El cambio es la paz. Son sinónimos. No se puede hacer la paz sin el cambio.” Pero por mucha verosimilitud que haya en la novedad, el cambio no se logra fácilmente, por miedo a perder en el cambio (De Montaigne, 2014: 1115); no obstante, presidente Petro, ¡adelante, siempre adelante!  

A propósito de guerra y paz, en el terreno internacional, este año, “la revista Time eligió como persona del año al presidente de Ucrania. Y, aunque la decisión parece obvia, la revista aclara, en el perfil que hace de Volodímir Zelenski, que aunque no tenía mayores credenciales de estadista hasta antes de la guerra, tras el inicio de la invasión rusa logró convertirse en un símbolo de resistencia y coraje para su país y para el mundo.” (Vladdo, 2022) En lo nacional, al elegir al personaje del año, El Tiempo, El Espectador y otros medios coincidieron en el nombre de Petro “por la novedad que representaba el hecho de que, por primera vez en nuestra accidentada historia, un candidato que enarbolaba las banderas de la izquierda haya obtenido en las urnas la presidencia de la República.” (Ibìd) De ninguna manera se puede soslayar “el impacto causado por la llegada de Petro al sillón presidencial. Su triunfo ha significado en buena medida una ruptura en nuestras costumbres democráticas, una nueva forma tanto de hacer política como de ejercer el poder.” (Ibìd) Es innegable que Gustavo Petro ha sido un protagonista de primera línea en este año que termina.

Otras protagonistas de primera en 2022 fueron las mujeres representadas por Francia Márquez: “Por primera vez en Colombia se posesiona una vicepresidenta mujer, afrodescendiente, muy comprometida en la causa de los que ella llama los y las “nadies”, aquellos y aquellas casi nunca visibilizados, reconocidos o nombrados.” (Thomas, 2022) Buen viento y buena mar a nuestra vicepresidenta y futura ministra de la Igualdad y, por supuesto a Petro: los dos líderes de izquierda son considerados como los personajes del año en el país. Este año también se posesionó un “Congreso con 30 por ciento de mujeres cumpliendo por fin esta vieja ley de cuotas. Nombro este hecho porque después de años de un lamentable 10 o 12 por ciento, llegar al 30 por ciento es una victoria. Para mí una victoria relativa. Las mujeres colombianas necesitan urgentemente llegar a un 46, 50 por ciento, y por qué no, ¡un 53 por ciento!” (Ibìd)

Año nuevo, gobierno nuevo. Por Patán (Diego Sierra Gil), 17 dic 2022 https://www.elespectador.com/opinion/caricaturistas/patan/ano-nuevo-gobierno-nuevo/

En el tema económico, este fin de año, con este Gobierno social, su gran ministra del Trabajo y los empresarios comprensivos, hubo un hecho histórico para los que ganan menos ya que su salario aumentó el 16 % para el próximo año, acompañado de otra importante noticia para los trabajadores: el subsidio de transporte subió en un 20 %. Igualmente hay que decir que la inflación del año pasado “fue de 5,6 %, pero este año se trepará a 12,5 %, más del doble. La inflación en Estados Unidos también está disparada pues alcanzó 7 % a fines de octubre, comparado con el 2 % que es la meta del Banco de la Reserva Federal… Las previsiones para el crecimiento de Colombia en 2023 no superan el 2,2 %, según el Fondo Monetario Internacional…, o sea que a la administración Petro le tocó de malas.” (Kalmanovitz, 2022) Así, para el año entrante “la situación parece compleja, con un riesgo de recesión en Estados Unidos que algunos observadores optimistas creen que será suave y poco duradera. Se calcula que crecerá un 2,6 % el año que termina lo que es bueno para una economía madura, pero solo 0,5 % en el 2023… Entramos en una fase de relativo estancamiento, acompañado por una baja de los precios de los bienes primarios, en particular del petróleo, con lo cual se reducirán los ingresos externos del país y se frenará su crecimiento.” (Ibíd)

En este mismo tema, hoy, “el imperio del comercio convirtió las navidades en una orgía, en huera felicidad programada. La gente atesta los aeropuertos, las autopistas, se achicharra en las playas, convencida de que cambiando de paisaje cura sus angustias, y goza de sus ocios de mera apariencia aunque deba pagarlos luego en sudor por cuotas, en la artimaña diseñada por los publicistas… Y después del frenesí y el derroche, vuelve en el carrusel del eterno retorno la dura realidad: crisis económicas, guerras, pandemias, estallidos civiles, sequías, hambrunas: se costea con la resaca que sigue la dicha decembrina. Por eso Santa Claus se burla: jo jo jo. Agitando una campana de lata.” (Escobar, 2022)

Cambiando de tema, si es cierto aquello que el fútbol recrea el estado de una sociedad, que pensándolo bien sí lo es, entonces el mundo de hoy sigue padeciendo como un fardo al mundo de ayer: sigue lidiando el machismo, el clasismo, la explotación, la marrulla, el desdén olímpico de unos cuantos encorbatados que –… dueños del planeta– se resisten a dejar atrás ese mundo morcilludo en el que ellos viven y mueren por encima de la ley. (Silva, 2022) Sí, lo que sucedió en el Mundial de catar, es otra cumbre de la degradación por cuanto nada es ni ha sido tan grave como el desprecio de los dirigentes de la Fifa por los derechos humanos otorgándolo a Catar la sede del Mundial, antidemocrático país árabe del que no podemos aceptar lo que allí pasa con las mujeres o con la comunidad lgbtiq+ y con la explotación infernal de los descastados como expresión del nuevo esclavismo, lo cual indica que éste no escapa a ese lazo invisible corrupto.

A pesar de la dirigencia misógina y corrupta en fútbol y política, esto no es óbice para reconocer que la seguridad del Mundial gatarí fue impresionante y el espíritu futbolero desplegado por los asistentes también fue apoteósico, pero no tan así las denuncias de las injusticias del mundo. (González, 2022) Lástima porque este deporte “es una actividad artística y moral. Quien vea un partido de fútbol con detenimiento encontrará momentos de belleza, de fealdad, de heroísmo, de cobardía, de narcisismo y, a veces, de poesía” (Giraldo, 2022), como efectivamente lo vimos y sentido en el Mundial de Catar, donde, en otras maravillas, “Argentina pasó del dios Maradona al Messi… as” (Alarcón, 2022) quien la coronó Tricampeona planetaria: ¡congratulaciones a ese hermano país maravilloso que acaba de tocar el cielo en una final que resultó la más emocionante de todos los tiempos! Como sea, la Fifa y Catar superaron «a cualquier emperador romano a la hora de entender y explotar la versión moderna del ‘panem et circum’. Pan y circo: la vida imita al Mundial, ¿o es al revés?” (Weiler, 2022)

Así pues, que termina el 2022 y también la Copa Mundial de fútbol. Claro que dos meses antes, en octubre 2022, en Bombay-India, se dio el Mundial sub-17 femenino, en el que 20 jóvenes mujeres colombianas de 17 años o menos se disputaron “la final del torneo con un fútbol que dejó a más de un hombre sin aliento. Al lado de nuestra pobre, muy pobre selección masculina” (Thomas, 2022) que no fue capaz de ir al Mundial de Catar: “ellas merecen todo nuestra admiración y apoyo incondicional.” (Ibíd)

Volviendo a la maldita corrupción política, es necesario agregar que ese es un “viejo mal que corroe como pocos los mismos cimientos del sistema y que se agudizó de manera notoria… Cada vez más descarada, escandalosa y sistemática, que salpica a todos los poderes públicos. Desde el avivato concejal de pueblo hasta el solemne magistrado o el condecorado oficial de la Fuerza Armada…” (Santos, 2022) Pero estoy confiado en que el gobierno Petro-Márquez «sepa endurecer la lucha contra este flagelo con sanciones de verdad ejemplarizantes. El mejor propósito de año nuevo del Gobierno sería demostrar que sí se puede.” (Ibìd) 

Por otro lado, comparto “los esfuerzos del gobierno por poner en libertad a esos jóvenes que el régimen opresor y corrupto de Iván Duque puso tras las rejas porque entendieron que no podían ser indiferentes ante un gobierno que pretendió llevarlos a la miseria con una reforma tributaria odiosa y excluyente. Somos muchos los colombianos que no creemos la versión de que quien protesta sea terrorista. No y mil veces no.” (Bejarano, 2022) Por eso: bienvenidos los gestores de paz petrista “que tan asustados tienen a la ultraderecha y a los viudos de poder, que paradójicamente, a lo mejor sin advertirlo, hoy pretenden parecerse a quienes mostraron su legítima inconformidad en las calles de todo Colombia contra quienes como Duque y su combo se atrincheraron en el odio y la intolerancia. No debe haber en nuestras prisiones un solo compatriota que haya sido sorprendido protestando” (Bejarano, 2022) pacíficamente.

En definitiva, en el 2022, Colombia y el mundo experimentaron cambios profundos y lo más destacable en nuestro país es que “eligió un gobierno de izquierda y no fue un evento cataclísmico. El país no se derrumbó, los colombianos asimilaron el cambio, el Gobierno mantiene mayorías y el jefe del Estado ha demostrado madurez y sagacidad política en los casi cinco meses de mandato.” (Santos, 2022) En torno a la implementación del AFP hay que decir que lo que lleva Petro le ha ido bien y los dos años santistas fueron más o menos acertados, pero los cuatro de Duque no pudieron ser más aciagos. Como nunca es tarde para la paz total, que siga en el 2023 como una verdadera política de Estado, no de gobierno. Y como el año termina con un dólar a casi cinco mil, es evidente “un horizonte económico incierto y un entorno social siempre en ebullición.” Los planteos recientes de Petro en la asamblea cocalera del Putumayo sobre coexistencia pacífica de cultivos ilegales y legales hasta que los primeros sean rentables son razonables. “Es absurdo continuar destruyendo la forma de subsistencia de miles de campesinos sin garantizarles alternativas reales de superación.” (Santos, 2022) Con Enrique Santos no vemos “motivos para el pánico que los eternos agoreros del desastre se empeñan en sembrar. Frente a dictaduras o convulsiones vecinas, Colombia parece un ejemplo de estabilidad institucional, y toca bregar para que prevalezca el equilibrio de poderes que ha garantizado la supervivencia de nuestra democracia en medio de tan altos niveles de violencia.”

En suma, pues, el año viejo ya casi se va y a pesar de sus enormes dificultades, hay que darle las gracias porque también el 2022 fue un año de aprendizajes, de recuperar saberes perdidos y muchos momentos que compartimos con amigos y familia. Se recogió lo sembrado, los educadores seguimos cultivando y seguimos trabajando por nuestros estudiantes, sus familias en mayoría campesinos, “que son realmente el eslabón más importante de la cadena productiva del sector gastronómico. Son ellos quienes madrugan a sembrar, a cosechar y a abastecer plazas y negocios para que a nuestras mesas lleguen sus frescos productos, resultado del trabajo de colombianos obstinados por hacer patria desde la tierra… Si algo nos han enseñado estos tiempos es que no estamos solos, que no somos como una célula única en el universo, y que estamos mejor si entre todos nos ayudamos, nos alimentamos y nos cuidamos.” (Madame Papita, 2021) Por eso, repetimos con Rosendo Romero: “Y el que llora y sufre las penas / Que se olvide del Año Viejo / Si tiene un corazón sincero / Verá en el firmamento las estrellas.”

Por fortuna, Colombia tiene hoy una voz de pueblo unido. Una voz que es respetada y oída porque es la voz del pueblo dueño de su propio destino construido civilizada e ingeniosamente con nuevos liderazgos que se están ocupando de las necesidades y los sueños del país. Entonces, en la recta final de las festividades decembrinas del 2022 e inicio del 2023, ojalá que las ciencias pobladas de amor y virtud, las energías positivas del universo, los faros meridianos de la humanidad, el porvenir venturoso, los milagros cósmicos, los susurros sagrados y los astros prodigiosos se sigan alineando en favor nuestro, de Colombia y del mundo; pero sobre todo en favor de nuestro país amado. Por eso, ¡amable lector multicreyente y sentipensante!, en medio de un férreo abrazo vital y una alegre rebeldía, te deseo una Feliz Navidad, un Fin de Año de conexión familiar y descanso digital, ¡y un próspero Año Nuevo y ventura para los que vienen lleno de nuevos aprendizajes, experiencias y reflexiones!

INDISPENSABLES MURMULLOS REFERENCIALES

7 respuestas a «El AÑO QUE SE VA Y EL QUE VIENE»

  1. Una Buena radiografía de los avatares e insidencias de Colombia…con la gran esperanza de subsanar todos los malestares que aquejan está sociedad con las pinceladas del neófito pero grandioso mandato gubernamental actual…

  2. Muchas gracias señor Dairo por su artículo. Su lectura ha sido un ejercicio académico durante la recuperación de mi papá, quién la disfruta y comparte con usted la afinidad política del nuevo gobierno. ¡Saludos desde la tierra del Cacique Upar!

    1. Con mucho gusto mi estimada Elizabeth. Me alegra inmensamente que la lectura del texto haya sido un balsámico «ejercicio académico». Que las energías positivas del universo, los susurros sagrados y las ciencias pobladas de amor y virtud sigan ayudando a mi apreciado Eduardo en su franca recuperación. ¡Saludos desde el ombligo del Altiplano cundiboyacense!

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