ANIVERSARIO DE LA ERA PETRORIANA

En homenaje a los 204 años de la Batalla de Boyacá, que consolidó la primera independencia nacional, y a los 485 de la fundación de Bogotá, capital de Colombia que sintetiza todo el país.

¡Amables lectores multicreyentes, sentipensantes y librepensadores!, en medio de la andanada de críticas y la narrativa fantasiosa y mentirosa que tejen algunos medios de comunicación y las redes sociales orquestadas por las élites de este país que representan poderosos intereses con la intención de desacreditar todo lo que haga o diga la dupla Petro-Márquez, este 7 de agosto se cumplió un año del comienzo del humano Gobierno progresista del primer mandato de la izquierda en Colombia. Ha pasado un año desde que el presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez iniciaron su periodo en un territorio siempre gobernado por los corruptos y mediocres partidos tradicionales, quienes ahora, por la turbulencia de la familia presidencial, insisten en que sigamos siendo parte de una nueva alienación, de inexpugnables manipulaciones y domesticaciones mil. He aquí un balance de ese mandato enfatizando lo positivo, lo negativo y lo discutible, contrarrestando nuestros sesgos con los asuntos a los que nos inclinamos más y tirando “de nosotros mismos en sentido contrario como hacen los que quieren enderezar vigas”.

Este primer aniversario “ha sido como una montaña rusa: unas veces se siente la adrenalina de un gobierno dispuesto a romper los paradigmas, pero otras es imposible no sentir el vacío de la caída libre” (Duzán, 2023), del desorden o errores desconcertantes del mismo Petro y de la misma Márquez. Así, los mensajes políticos “rugen huracanados para aturdir al oponente y exacerbar las diferencias. Al debatir, los líderes se disparan su disparidad de criterios: las palabras recién pronunciadas flotan como revólveres humeantes…, el hábitat verbal se ha vuelto más disyuntivo —y cada vez menos distendido—, mientras los truenos ahogan cualquier posibilidad de escucha… Ortega y Gasset dijo que hablar equivale a exagerar; cuando batallamos por tener razón, nos obligamos a exacerbar nuestras ideas, dislocarlas y esquematizarlas. En la era de la ira, somos hiperbólicos y lo disfrutamos. El problema se agrava cuando entenderse empieza a desprestigiar. Los partidos adversarios pueden alcanzar acuerdos, pero procurando que nadie les pille in fraganti” (Vallejo, 2023) en su consigna de atajar a Petro como sea, pues, ven petrificados a Petrus in cunctis -Pedro (léase) Petro en todo-.

De ahí que, en medio de una extrema izquierda y de una ultraderecha que no ven lo que hay, sino lo que les gustaría ver, una cosa es innegable: la oposición terca férrea entra en contradicción con los engranajes esenciales de la izquierda democrática gobernante, que consiste en comprender que los problemas se resuelven con los seres humanos y se negocian “con quien no piensa como tú, en un toma y daca posibilista”. El presidente Petro habla armado con un lápiz de maestro de escuela, rematado con una minúscula goma de borrar, proyectando “la doble imagen del respetado profesor, ducho en cualquier materia que aborde, unida a la del hombre sencillo, cercano al pueblo.” Así, el primer Gobierno de izquierdas en una Colombia tradicionalmente conservadora y de derecha logró algunas victorias con la coalición parlamentaria que gobernó desde el 7 de agosto de 2022, como aprobar la reforma tributaria -y avanzar en la agraria- conseguida después de un largo proceso de concertación y de diálogo, en los que el Gobierno cedió en varios puntos hasta aprobar un texto que resultó histórico.

Esa reforma tributaria “estableció por primera vez cargas considerables a las grandes empresas y patrimonios, al sector financiero, y a los asalariados de altos ingresos. Es tal vez la reforma que más cargas ha establecido a los altos ingresos.” (Jimeno, 2023) Ella fue facilitada por la habilidad en el manejo del parlamento por el presidente del Congreso de entonces, Roy Barrera. “Unos creen que los mayores impuestos se aprobaron por el sentimiento de culpa de las élites, por no haber impulsado a tiempo las reformas. Pagan la culpa de haber construido el país más desigual de América Latina otorgando recursos al Gobierno para que haga las reformas que siempre negaron. Petro tendrá 20 billones de pesos anuales para gastar con libertad.” (Ibíd) A pesar de lo reacio al cambio de los tradicionalistas, ahí afloró éste “cuando le aprobaron hasta la condena a muerte de la industria del carbón y del petróleo que representa el 20 por ciento de los ingresos del Estado y el 40 por ciento de las exportaciones del país.” (Ibíd)

A propósito de la economía nacional, según el exministro Alejandro Gaviria, “las cifras de empleo han mejorado y son mejores que en los últimos cinco años. La estabilidad macroeconómica en todos los frentes parece estar bien. El déficit fiscal viene disminuyendo. Se viene cumpliendo la regla fiscal. La inflación ha caído. Probablemente el Banco de la República podrá dejar de subir las tasas de interés. El déficit externo, el déficit de cuenta corriente, ha venido disminuyendo. Esto es, la economía está estable. Ha mostrado sus fortalezas y está creciendo, incluso mucho más que en otros países de la región”. No obstante, Petro afirmó: “Hay que descarbonizar la economía, cortar la dependencia del carbón, el petróleo y el gas y extender el uso de las energías limpias.”

El Gobierno descuidó al sector productivo discriminado entre amigos y enemigos. Les brindó el apoyo institucional a Gilinski y a los árabes para romper el GEA, “un gran enemigo de Petro. Les abre las puertas a los grupos medianos de distintas regiones que lo apoyaron, para dirigir la contratación pública a estos amigos. Se esfuerza en crear una nueva clase empresarial que sea amiga de los cambios que él considera fundamentales.” (Jimeno, 2023) Al mismo tiempo, para él, “los empresarios tradicionales, y en especial el sector financiero (salvo Gilinski), no son generadores de riqueza. Solo trabajan para su lucro. Su vocación no es el servicio. Está empeñado en sacarlos del sector público a donde el neoliberalismo lo puso a reinar. Ni la salud, ni los fondos de pensiones, ni los servicios públicos, ni la construcción de infraestructura, ni la vivienda de interés social deben estar en manos de empresas privadas.” (Ibíd) Cree que el Estado lo puede hacer mejor, más barato, con corazón; y cree que las empresas deben olvidarse de administrar recursos y tareas del Estado. 

En este arqueo económico, la sanción del Plan de Desarrollo “Colombia, potencia mundial de la vida” representa un hito para el país porque tiene como objetivos prioritarios la reindustrialización del país y el fuerte apoyo a la economía popular. Él fue “el resultado de un estrecho trabajo conjunto entre el Departamento Nacional de Planeación y el Ministerio de Hacienda, recogiendo los aportes de todo el Gobierno, del Consejo Nacional de Planeación y de un conjunto amplio de congresistas que trabajaron conjuntamente con el Gobierno en su discusión. Y vale la pena destacar que contó también con múltiples consultas regionales.” (Ocampo, 2023)

Por otro lado, no fue bueno el mensaje radical de las reformas a la salud, pensional, laboral y de justicia, que están en veremos a pesar de que son ineficientes ante tantos problemas que tenemos. No solo logró unificar a Juan Manuel Santos, Álvaro Uribe, Andrés Pastrana y a César Gaviria, sino que permitió evidenciar improvisación y falta de rigor, e impidió moldear acuerdos con aquellos que piensan construir sobre lo construido y destruido, así la obtusa oposición férrea ignore lo destruido. No podemos olvidar que las elecciones que Petro ganó dejaron el elocuente mensaje que “si marcaron el triunfo de unas esperanzas, midieron sobre todo el desengaño de un pueblo, el hastío de una sociedad traicionada por los políticos, extenuada por la corrupción y sacrificada por un Estado irresponsable.” (Ospina, 2023) Fueron precisamente Gaviria y Pastrana, Uribe y Santos, quienes destruyeron “la economía y deslegitimaron al Estado, ahondaron la discordia social y dejaron al país en manos de las mafias, perpetuaron una política basada en la ignorancia del territorio y el desprecio por la gente, en la soberbia de una casta y su insensibilidad ante el sufrimiento, toleraron la corrupción y vivieron de la intriga y del legalismo tramposo, no tuvieron jamás ni orgullo patrio ni grandeza histórica.” (Ibíd) Por eso, están en contra de construir sobre lo destruido.

Con respecto de esa obtusa oposición férrea y de la crítica despiadada de los medios a la era petroriana, es necesario traer a colación que el historiador Tucídides escribió que las sociedades se descomponen “cuando ridiculizan la moderación como disfraz de la cobardía. Para Aristóteles, la sabiduría consistía en buscar un término equilibrado entre la inacción y la sobreactuación. Advertía que sostener esa postura es duro, porque te fustigan desde dos frentes y estás en el centro de un fuego cruzado.” (Vallejo, 2023) Los extremos siempre atacan a la izquierda democrática, arrojándola a uno de los flancos opuestos. Entonces hay que reflexionar y contrarrestar nuestros sesgos, lo cual es una tarea ardua que Petro y Márquez como líderes de esa izquierda están realizando, pero teniendo claro que en el territorio colombiano en plena tercera década del siglo XXI un solo gremio tiene 39 millones de hectáreas, mientras 39 millones de colombianos no tienen “en qué caerse muertos”. Por eso una cosa es el respeto por la ley y otra la retórica y manzanillesca manipulación de la ley. (Ospina, 2023)

Colombia no creó la ambición insaciable, ni el atajo, pero la corrupción colombiana ha sido especialmente contagiosa por culpa de este clima de guerra y de fracaso. “Se abusa más del poder, del favoritismo, en esta nación de pocos dueños, en esta moral envenenada por el levantamiento de los narcos, en esta cultura resignada a reconocer a quien “corone”. Hay que vivir en la casa de los 2.500 millones. Hay que tener más, más y más.” (Silva, 2023) En esta línea, es negativa la “cicatriz en la cara” de Petro que le deja la corrupción y denuncia de su hijo Nicolás, quien además lo acusa de paternidad irresponsable. Éste, presuntamente presionado por la fiscalía, decide colaborar con ella afirmando sin pruebas de que entró plata a la campaña presidencial de su padre -la prioridad de Nicolás es su hijo que casi nace, no su padre-, para salvarse del carcelazo que se le avecinaba, aunque finalmente se le otorgó Medida de Aseguramiento dentro de Barranquilla. A pesar de sus acciones delincuenciales, hay que agradecer el arrepentimiento y su granito de arena para contar verdades y seguir limpiando la política de tanta corrupción.

Colombia, desde comienzos del siglo XX e incluso antes, ha dado esos “hijos del Ejecutivo”, de Marroquín, de López, de Rojas, de Uribe, “que se permiten a sí mismos hacer negocios que entorpecen los gobiernos de sus padres. La apuesta criolla por la exclusión, con sus élites, sus delfinazgos, sus esclavitudes, sus machismos, sus fanatismos, sus persecuciones y sus destierros, ha engendrado guerrillas, bandas, carteles de torcidos y maquinarias perversas que no sólo han reducido la política a negocio de familia, sino que han ahondado e incendiado las desigualdades sociales.” (Silva, 2023) En este sentido, uno puede pensar lo que quiera del gobierno de Petro, pero la reacción ante la captura de su hijo “es un ejemplo de dignidad personal y de respeto a las instituciones.”

Él acepta la decisión y no trata de influir en ella cuando afirma: “Como persona y padre me duele mucho tanta autodestrucción y el que uno de mis hijos pase por la cárcel; como presidente de la República aseguro que la Fiscalía tenga todas las garantías de mi parte para proceder de acuerdo a la ley.” Y concluye: “como afirmé ante el fiscal general no intervendré ni presionaré sus decisiones; que el derecho guie libremente el proceso”. Por eso, es necesario reconocer “que Petro está demostrando ser más respetuoso de la división de poderes que muchos de sus antecesores, lo cual marca una diferencia sustancial con los casos similares en la historia reciente.” (Coronell, 2023) Él refuerza el Estado de derecho al mantenerse al margen del proceso contra su hijo porque es un mandatario que, a diferencia de otros, “no escurre el bulto pretextando persecución política.”

Revista Coho por Chócolo, agosto 5/23

“Esa no fue la actitud del entonces presidente Álvaro Uribe cuando la Corte Suprema de Justicia investigó a su primo Mario Uribe por su vinculación con grupos paramilitares. Ni cuando su hijo mayor debía responder por su participación en el reparto de notarías en su gobierno o por el otorgamiento de una zona franca a una sociedad de sus dos hijos que los hizo multimillonarios a ellos y al alcalde de Mosquera cuya administración tomó decisiones indispensables para hacer posible el negocio.” (Coronell, 2023) Definitivamente, Petro es un gran demócrata y un padre solidario: “A mi hijo le deseo suerte y fuerza. Que estos sucesos forjen su carácter y pueda reflexionar sobre sus propios errores”, afirmó el mandatario. “A pesar de los problemas, presidente, familia es familia y cariño es cariño”, se solidarizó Rubén Blades en su concierto en Bogotá entonando Amor y control.

Los coequiperos del presidente también han expresado su respaldo: “Espero que se haga justicia en todos los casos, incluido el de Nicolás Petro. Desde el gobierno seguiremos respetando y apoyando la independencia del poder judicial…”, escribió el ministro de Justicia, Néstor Osuna. “Sus expresiones de respeto a la independencia judicial en circunstancias como las que vive hoy, anteponiendo su calidad de jefe de Estado a la de padre naturalmente afectado por la suerte de su hijo, demuestran su talante democrático…”, escribió el ministro de Defensa, Iván Velásquez. La senadora María José Pizarro escribió: “por encima del natural dolor de padre, está el respeto absoluto a la justicia, al estado social de derecho y al país. Como madre… mi abrazo en este difícil momento”. Y la vice y ministra de la Igualdad, Francia Márquez dijo: a Gustavo Petro “un mensaje de apoyo y solidaridad. Como madre y padre que he sido para mis hijos, sé lo que nos duele cuando un hijo está en situaciones difíciles. Acompaño en este difícil momento a usted y a su familia”.

“El presidente que nosotros conocemos de mucho tiempo atrás y que el país y el mundo y reconoce es un Petro transparente, que arriesgando su vida, ha luchado y lucha contra las mafias y la corrupción que siembran violencia en nuestro país”, dijo Min-Trabajo. “Nuestras metas son tan altas que no podemos distraer nuestros esfuerzos en un debate que la vida del presidente hace rato saldó, cuando propios y extraños le reconocen su honestidad”, concluyó Claras Inés Ramírez. Y analizando este hecho, el exsenador y hoy candidato del Pacto Histórico a la Alcaldía de Bogotá, Gustavo Bolívar dijo: “No cayó Samper ante evidente entrada de dinero del cartel de Cali. No cayó Uribe ante la confesión de paramilitares que dijeron financiar su campaña. No cayó Santos ni está preso Zuluaga con pruebas que delatan dineros de Odebrecht a sus campañas. No cayó Duque con pruebas de ingreso de dinero del narco Ñene Hernández a su campaña. Menos caerá Petro sin una sola prueba de financiación ilegal”, aunque obviamente la gobernabilidad del presidente cursa un rato de fragilidad.

“Nunca en la historia de Colombia el hijo de un presidente de la República… había sido capturado ni sometido a pasar sus noches en una celda. Antes de Nicolás Petro, ninguno ha pasado por la experiencia intimidante de una detención. Tampoco un pariente tan cercano a un jefe de Estado ha padecido la humillación de ser trasladado de una ciudad a otra en medio de un espectacular operativo, con agentes armados y previo aviso a la prensa, similar al del capo máximo del Clan del Golfo…. Nunca un descendiente directo del líder del Ejecutivo había sido sometido a la vergüenza de una transmisión audiovisual, en directo, de su comparecencia ante un juez, escuchando lo que se afirma en su contra mientras aparece sentado en la silla más próxima a la de su expareja, una joven maquiavélica menos inocente y víctima de lo que aparenta.” (Orozco, 2023)

Por las filtraciones de la Fiscalía a un sector de su prensa aliada, “no hay pocas sino muchas evidencias de la conducta de Nicolás Petro quien, arrastrado por lo que parece ser una ambición irracional de dinero y poder, habría traspasado la frontera que separa la ley del delito. La justicia, entonces, debe investigarlo, juzgarlo y condenarlo, si es el caso, o absolverlo, después de un proceso tan exhaustivo y convincente para tirios y troyanos como imparcial, según se espera que lo hagan los togados en su examen a cualquier ciudadano… El hijo del presidente debe, pues, vencer a sus acusadores o ser vencido por estos. No hay duda. El problema de legitimidad, en el caso Petro, surge por factores distintos al de su expediente, entre estos la alta connotación política que adquiere la decisión de encarcelar a un familiar próximo al mandatario en medio de semejante exposición pública, su detención el día de cierre de inscripciones de candidatos a las elecciones regionales, la cercanía de la fecha de esas votaciones y, ante todo, la manifiesta hostilidad del fiscal general con el padre del imputado a quien, no obstante su dignidad estatal, Francisco Barbosa ha maltratado con sus declaraciones ofensivas, humillantes.” (Orozco, 2023) Así, la Fiscalía del candidato Barbosa logró que este aniversario se tornará fatal porque está orquestando la más pavorosa campaña de la derecha contra gobierno alguno.

Contrasta el show de esa captura “con el silencio y nulo avance de la Fiscalía Barbosa, por ejemplo, en el proceso abierto a Karen Abudinen, la exministra de Iván Duque, por la denuncia del delincuente Emilio Tapia en el escándalo de Centros Poblados, el acto de corrupción y robo de $70.000 millones destinados al internet de los niños del campo… Es innegable la diferencia con que este fiscal y otros, en el pasado, han mirado o, más bien, dejado de mirar conductas también ilegales y ambiciosas de riqueza de otros hijos presidenciales, estos intocables porque sus padres representan el establecimiento tradicional.” (Orozco, 2023) Sin duda que los excesos del poder tradicional llevarán al mandatario outsider y de una clase social emergente a la condición de víctima internacional; sin embargo, es imprevisible el desarrollo político que tendrá este escándalo a pesar de que el vástago presidencial y su exesposa han sido enfáticos en que Gustavo Petro no tenía conocimiento del ingreso de dineros irregulares a la campaña de 2022.

Thumor por Picho y Pucho, Bogotá, agosto 1/23

“No se trata de amordazar a los entes de control, pero tanto la procuradora Cabello como el fiscal Barbosa parecen haber visto en la Presidencia de Gustavo Petro una oportunidad de figuración política. Esa no es su función. Su rol de vigilancia debe ir acompañado de una coordinación con el Estado; sus críticas a los proyectos de ley deben ser dentro del marco constitucional. Por el bienestar del país, además, que necesita instituciones respetuosas de los pesos y contrapesos. Cuando muestran politización, la legitimidad de entidades tan importantes como la Fiscalía y la Procuraduría comienza a tambalear.” (El Espectador, 2023) Por los procesos históricos que está viviendo el país “y las tensiones políticas que de ellos se desprenden exigen de las instituciones un comportamiento ejemplar para resguardar la democracia. En el caso del Congreso, eso implica una oposición política responsable. En el de los entes de control, exige mesura en sus intervenciones públicas y cumplimiento de sus roles.” (Ibíd)

Volviendo a lo positivo del aniversario del presidente exguerrillero y la vicepresidenta y ministra afro que logró un espacio insospechado en la política colombiana, es importantísimo el viaje de ella al continente africano, acompañada de su delegación. “África no solo es la cuna de la humanidad sino un continente hermano de sangre de nuestro país, que sufrió durante años y años el comercio esclavista, manejado mayormente por religiosos y colonialistas… Colombia tiene una de las poblaciones afrodescendientes más grandes de América Latina. Gracias a la cultura de ese continente tan bello como ignorado tenemos su música, su folclor, sus sabores y sus rituales” (Mera, 2023), que por fortuna no se perdieron y la memoria oral logró conservar esos tesoros. Por todo esto, Francia hizo 17 acuerdos iniciales de diálogos para empezar una relación bilateral con los gobiernos de algunos países africanos y con sectores empresariales.

El periplo de Márquez “marcará un antes y un después en nuestra historia, liderado por una mujer de carácter, que no se deja manipular y tiene sus objetivos claros en este cuatrienio.” (Mera, 2023) Ella es una demócrata reflexiva que no agacha la cabeza y “cuya simpatía para con los menospreciados no se ha convertido en autocompasión melancólica” de superheroína. No es una mujer “de adorno”, como quisieran verla muchos, y seguirá adelante a pesar del racismo y machismo en Colombia; por eso, ella cita a la escritora africana Chimamanda y dice que cuando una mujer negra habla duro, es gritona, pero que, si un hombre lo hace, es fuerte. Cuando una mujer negra habla con carácter es soberbia, grosera; pero un hombre es un verraco. 

«Estamos en mora de establecer relaciones de verdad y no de maquillaje con ese continente resiliente, valiente, indomable. Los ciudadanos afrocolombianos tienen el derecho inalienable de vivir mejor, de ser respetados y de recibir las mismas oportunidades laborales y académicas.” (Ibíd) Por eso, ella hizo incluir en el Plan Nacional de Desarrollo 25 artículos con enfoques diferenciales, y lidera la política en el Pacífico, su región con muchas desigualdades estructurales que hay que transformar. También logró la reglamentación de su ministerio y ahora está “en la adecuación institucional, desarrollar los proyectos de inversión, definir el presupuesto y los funcionarios que van a echar hacia adelante esta política de equidad.” (Oquendo, 2023) Pero los más de “500 años de exclusión, de marginalidad, de violencia no los vamos a transformar en cuatro años”, le dice a la periodista citada. De todos modos, “espero que el rumbo que tomemos como sociedad sea el de la justicia social”, termina afirmando en esa entrevista con El País de España.  

Como el presidente Petro quiere continuar con su política del cambio, con la visita histórica mencionada, Francia le está colaborando con creces. En la era petroriana, entonces, “se ha dado un salto en inclusión: su vicepresidenta y su embajador en Washington son negros y su terna para fiscal está compuesta solo por mujeres” (Lara, 2023) que “no solo cuentan con vasta experiencia en el derecho penal, sino que han tenido la valentía de defender los derechos humanos en momentos de horror que nos han marcado como Nación.”  

Incorporar al Gobierno “sectores que nunca habían estado en el poder, los “nadies” en la expresión de la vice, es una novedad. El país ya sabe que los de tenis, mochilas y camisetas pueden mandar. Negros, indígenas, oenegeros, activistas, comunistas y exguerrilleros aprenden a manejar los instrumentos del Estado… Deben pasar de las pancartas a los memos, de las marchas a las normas y de las normas a la gestión. Es un reto. Cambiar el país diseñado por los “dones” es difícil. Sin embargo, que hayan llegado al poder significa que se amplió la democracia, su rango de tolerancia, y que se debería facilitar el camino para reducir las desigualdades” (Jimeno, 2023) sin tanta obtusa oposición férrea. Será por eso que esa oposición acusa al Binomio del Cambio de incitar la lucha de clases cuando lo que se busca es un Gran Acuerdo Nacional que articule el programa del Gobierno del Cambio, las ideas progresistas de la derecha inteligente, las sugerencias del empresariado altruista y los diversos aportes territoriales.

En torno a los firmantes del Acuerdo de Paz de 2016, hay que decir aún tienen que soportar su incumplimiento, el aumento de las amenazas, el desplazamiento forzado y la muerte, que hoy alcanza la dolorosa cifra de 390 vidas cegadas, y los ataques de los enemigos de la Paz que aún buscan, en la extinta organización insurgente, un pretexto para tapar escándalos mayores como el de Odebrecht. “Por esa razón, tiene toda validez que si queremos transitar a ese anhelo de la Paz total, el llamado de todos los sectores de la sociedad y, en especial del gobierno nacional, debe estar dirigido en primer lugar a la legitimación e implementación del Acuerdo, seguido del respeto y las garantías para quienes firmaron y hoy siguen comprometidos con que las próximas generaciones conozcan la verdad de lo ocurrido y se garantice la no repetición de la guerra…” (Fagua, 2023)

En medio de esa Paz total están las disidencias guerrilleras y las bandas criminales con las que el presidente Petro también negocia, pues, considera que “son conflictos violentos que impiden mejorar la calidad de vida del pueblo y por eso deben resolverse. Así los disidentes y las bandas tomen ventajas temporales en sus territorios al limitar la acción de la fuerza pública.” (Jimeno, 2023) Esta es una apuesta arriesgada que tiene en pánico a la población de algunas regiones “y a quienes contaban con las Fuerzas Militares para proteger sus intereses y patrimonios. Es una trans-formación que las armas del Estado se usen de otra manera, sin asesinar a civiles que protestan y sin disfrazar de guerrilleros a jóvenes para asesinarlos y cobrar recompensas.” (Ibíd) En el eterno tema de la paz, el inicio formal de conversaciones con el ELN podría conducir a un resultado diferente.  El cese al fuego ha sido construido con cuidado y si perdura sin incidentes durante los 180 días pactados se habría avanzado mucho. 

Desvelado por Jarape (Jairo Peláez Rincón), marzo 10/23

Pero el balance de la seguridad en las regiones “es agridulce. La expansión del control de los grupos armados en los territorios de minería de oro y de producción de coca y cocaína, consolida una situación difícil de desmontar. Mientras vender oro sea tan rentable al no pagar regalías ni impuestos ni salarios ni cumplir las normas ambientales, no hay quien lo abandone.” (Jimeno, 2023) El Gobierno anunció una nueva política contra las drogas que está elaborando de manera participativa y bajo la indignación de la derecha norteamericana. Mientras el consumo de cocaína continúe creciendo los brokers mexicanos, norteamericanos o italianos seguirán comprando coca. Aunque los campesinos reciban parcelas que distribuye la Agencia Nacional de Tierras, montar un cultivo productivo requiere créditos, asesoría, insumos, vías y mercadeo. (Ibìd) Se necesita mucho más que títulos y ojalá los discursos petrorianos y marquianos sirvan mejor que los rezos de los brujos para detener los efectos del cambio climático.

Si el gobierno “realmente quiere hacer una reforma agraria, debe recuperar terrenos baldíos de los que se han apropiado abusivamente algunos latifundistas, revisar en derecho los títulos de propiedad para evitar la legalización del despojo y también expropiar –pagando lo justo a los actuales propietarios– las tierras aptas para entregar a los campesinos pobres y aumentar la producción de alimentos. Los mecanismos para ejecutar esta política deben ser expeditos respetando el debido proceso.” (Coronell, 23)

Volviendo a lo agridulce de la seguridad en los territorios hay que decir éste también está en que la extorsión se ha extendido, los robos callejeros por doquier y las masacres que no paran hacen que la gente se sienta insegura. “Esos factores inciden no solo en que los colombianos tengan temor, sino en que algunos inversionistas duden de invertir. Y ese miedo se incrementa con el lenguaje agresivo” (Lara, 2023) que a veces Petro usa cuando se refiere a los empresarios abusando un poco de Twitter, red en la que debe disminuir sus mensajes para que emane más el estadista.

Por esa soltura verbal que afecta el alma de los pueblos, resulta grave que se extienda el contagio de la palabrería irrespetuosay ofensiva en nuestras relaciones. “Sería mucho mejor que todo el que quiera opinar, influir, criticar o proponer, lo haga en un lenguaje desprovisto de ánimo destructivo, disociador y pendenciero, que ha sido siempre ese viento que anuncia la llegada de las tormentas.” (Barajas, 2023) Mas no es cierto que Colombia en manos de Gustavo Petro, va de mal en peor, como erróneamente lo dice el nobel peruano, y como también lo dice la ultraderecha colombiana. Por eso, debe quedar claro: Colombia no está ante el hueco negro que invocan y oran enfáticamente los ya cansones profetas del desastre, como si quisieran que nos hundiéramos en él “y quede conjurado para siempre el fantasma Petro”.

De acuerdo con las últimas encuestas, el jefe estatal ha perdido popularidad; sin embargo, aún va un cuarto de su mandato y tiene tiempo de recuperar su ascendiente popular en Colombia, “si en un viraje desiste de cultivar con ausencias del país su estrellato teórico en Europa. Se entiende su atracción por la celebridad que disfruta en el Viejo Mundo cuando uno observa la muchedumbre de admiradores suyos que llenaron el aula máxima de la Universidad Libre de Bruselas, maravillados con sus revelaciones…” (Duque, 2023). No obstante, ese culto puede esfumársele si no se aplica con juicio a gobernar su propio país. “Petro no es aclamado en la vieja Europa solo por su dominio riquísimo del tema del calentamiento global, sino por el hecho de que llega siendo presidente de Colombia, un país que suscita perplejidades en el resto del mundo. El presidente no es una pieza suelta sin umbilicalidad alguna con el país que preside. Por lo tanto, no debe descuidar esta denominación de origen que lo legitima.” (Ibíd) Siendo justos con sus idas al extranjero hay que decir que, con 22 viajes en 12 meses, casi dos viajes por mes, sí se excedió.

Ahora bien, si EU tiene conciencia de su situación en este momento de la historia y una visión estratégica de su futuro, “debería apresurarse a mejorar y reorientar sus relaciones con América Latina. Aquí están el agua, las reservas naturales, la biodiversidad, la bodega de alimentos orgánicos, una sencillez de la vida y una riqueza cultural que serán cada vez más necesarios para el mundo. Pero no se podrá aprovechar este descomunal banco de vida si no se brinda a sus habitantes un horizonte mínimo de prosperidad y de dignidad. Solo con alianzas fuertes y verdaderas, nacidas de una auténtica reciprocidad, se podrán afrontar con éxito y con pertinencia unos desafíos que no son ya del futuro, sino del presente inmediato.” (Ospina, 2023) El encuentro de Petro y Biden resultó muy bien, como no le ha ido a ningún otro mandatario. Otro tanto sucedió con presidentes europeos en donde Petro pudo exponer su lucha contra el Cambio Climático, lo cual lo está posicionando como líder mundial del tema del calentamiento global.

Mas “Petro ha logrado que el 60 por ciento de los colombianos estén desencariñados con su gobierno. Por supuesto la campaña de los medios de comunicación ayuda a este sentimiento negativo, a creer que las cosas van por mal camino. Pero su primer año Petro se ha esforzado en cultivar malquereres. La presidencia es un símbolo, está en un pedestal, exige comportamientos, altura. Sus incumplimientos y cambios injustificados en la agenda; dejar esperando horas y horas a generales, magistrados, empresarios, copartidarios y a sus mismos funcionarios, irradia la imagen de un gobernante desordenado, improvisador, desconsiderado. La demora en nombrar y remplazar funcionarios, la forma de sacar a sus colaboradores como si se tratara de seres desechables y tratar de traído-res a quienes plantean debates dentro del Gobierno, es deprimente. Un gobernante tiene que cuidar y consentir a su ciudadanía, no debe maltratarla, debe cumplir y mostrar que los representa bien.” (Jimeno, 2023)

Esos nubarrones le aumentaron al presidente Petro después de terminar la coalición a los 10 meses de iniciada y ahora más con el escándalo del primogénito. Dichos reveses se están presentando “bajo la incertidumbre que provoca en una Colombia íntimamente propensa a las soluciones venidas del status quo. Nada es más permanente que la resistencia a lo nuevo.” (Viveros, 2023) Luego de la aterrizada forzosa por la que está pasando el presidente, ojalá sepa leer el momentum por el que pasa su gestión y comunique de forma virtuosa los avances de su Gobierno porque, como hemos dicho, sí los ha habido.

Después de la ruptura de la coalición partidista, fue significativo “por lo moderado el discurso con el que el presidente Petro instaló las sesiones del Congreso al llegar a su primer año. No solo hubo cambio de tono sino llamado al diálogo para un acuerdo nacional y advertencia a los congresistas de que en los meses venideros deben “tener clara la posición del Gobierno, qué es lo que pretende y para dónde va. Creo que lo saben o por lo menos lo intuyen… Tras su intervención, Petro se quedó en el recinto y escuchó impávido las vehementes críticas de los congresistas que ejercieron el derecho de réplica que consagra el estatuto de la oposición. En el fondo, la jornada del 20 de julio fue una reconfortante comprobación de que esta vapuleada democracia vive y patalea.” (Santos, 2023B)

Como el presidente Petro también “es el primero en ejercer a contrapelo de las élites, que se lucran sin pena y con gloria de la corrupción” (De la torre, 2023), ha denunciado que empresarios de renombre y guerrilleros se alían “en la sombra para robarle crudo a Ecopetrol por valor de 80 millones de dólares al año. Callan las asociaciones de negocios mientras los jefes elenos exigen trato político y manutención para sus hombres. Como si no les bastara con la tajada que sacarán de los 130 millones de dólares que Ecopetrol pierde cada año por ataques a sus oleoductos dirigidos por esa guerrilla, según revela el presidente de la compañía.” (Ibíd)

‘Revolcón’ ministerial por Matador, Bogotá, marzo 1/23

Esas denuncias “se suman a la de Andrés Idárraga, jefe de Transparencia de Presidencia, que nos cubre de vergüenza: la impunidad en delitos de corrupción asciende en Colombia al 94 %. Por abuso o desviación de poder, el robo de bienes públicos, el soborno, el peculado por apropiación y la extorsión pululan. Fruto de un Estado débil, del clientelismo, del narcotráfico, del general desprecio por la ley. Y de la eliminación de controles sobre la economía que vino con la privatización de funciones públicas montada sobre la creencia de que sujetos como… Silva Bickenbach, adalid… del crudo y primo de la esposa del expresidente Pastrana, eran más confiables que el Estado. Su empresa y otras 40 tendrán que responder como pujante red de contrabando que (gracias al ELN) extrae petróleo del oleoducto Caño Limón-Coveñas, lo embarca para darle visos de legalidad y luego se lo revende al Estado colombiano. ¡Aviones!” (De la Torre, 2023)

Lamentablemente, uno de los defectos de la política es que todo lo malo que tienen los políticos a la larga tiende a olvidarse, sobre todo en épocas de elecciones; a propósito de las próximas de octubre, hay que decirles a esos políticos corruptos: piérdanse ahora que quieren repetir, ¡descarados! Aquí también “toma la delantera la dignidad de un presidente como Gustavo Petro. A esta debería seguirle un levantamiento general de la sociedad contra los malandros y sus protectores, que entre drinks se roban el país a carcajada batiente.” (De la Torre, 2023)

En el arqueo anual no puede quedar por fuera la transformación de las Fuerzas Militares y de Policía, y de los servicios de inteligencia. “Sacar a medio millar de oficiales en un año es un récord.  La silenciosa depuración de los involucrados en violaciones de derechos humanos y en casos de corrupción trae a una nueva generación de oficiales al mando. La nueva doctrina de seguridad que poco se ha discutido ya no consiste en proteger la infraestructura ni el sector privado, sino la vida de la gente, del pueblo. Sus derechos. El de protestar sin temor a ser asesinados. A los militares que conocen… las arbitrariedades económicas por su labor en las regiones, les queda fácil reformular su marco mental para el nuevo rol del ejército. Una reforma que era necesaria y que el proceso de paz con las Farc eludió, pero que, sin 15.000 insurgentes en armas, era inaplazable.” (Jimeno, 2023) Como la amenaza comunista y el enemigo interno desparecieron, la reforma del estamento militar incluye un vuelco en sus escuelas bajo la inspiración de doctrinas alternativas a la norteamericana.

¿Cuál es pues la noticia de este mandato que empezó el 7 de agosto de 2022? Para Ricardo Silva (2023) sería ésta que hago mía: “El país que se resiste a cambiar” o “el país que trata de ir de la exclusión a la inclusión” o “el viacrucis de la caridad a la solidaridad”, pues “todos los lodazales del año –el delfín que desató aquella trama deshonrosa, la despiadada ansiedad de los tribunales de las redes, la ministra saliente e insubsistente que rompió el récord de contratos firmados antes de irse, el secuestro de los policías en el Caguán, el juicio político que propuso el expresidente más improcedente del mundo” (Ibíd) y episodios ingenuos como el de Laura Sarabia, el de Irene Vélez y el del creador publicitario de la metáfora cursi y equívoca de la Barbie– “son propios de esta nación rebarajada y redistribuida y reeducada por el narcotráfico, que se ha estado convenciendo a sí misma de acabar con sus desigualdades sociales.” (Ibíd)

Mas aún la oposición se resiste a que Petro y Márquez lideren ese cambio. Por todo esto, la noticia colombiana del año es que no va a ser nada fácil el cambio. Esa oposición seguirá derechizando a la gente. “Seguirá despertando clasismos a diestra y siniestra. Enervará a los mafiosos enquistados en el poder. Sacará al ruedo a los políticos caritativos que le gastan mucho más tiempo a reducir la pobreza que a abolir las desigualdades” (Silva, 2023) Y esa dupla tropezará tanto con el fatalismo irreflexivo de las élites como con la ansiedad legítima de las clases medias. Por fortuna, aún quedan tres años para seguir materializando todos sus cambios.

En el resto del cuatrienio, este binomio sobrevolado por ciertas aves carroñeras tendrá que vérselas “con tantas mañas alojadas en una democracia que cojea, pero llega: tendrá que vérselas con el reformismo arruinado por los prejuicios, con la ceguera al progresismo ajeno, con el clientelismo pegajoso que se les criticaba a los otros y con los parientes expiatorios que no pueden servirle a ese… Pacto Histórico rondado por tantas figuras cuestionables para negar sus errores y evadir sus responsabilidades en pleno cambio de era.” (Silva, 2023) Pero la dupla tendrá que vérselas con algo aún más grave que Petro descubrió dándose cuenta que llegó a Palacio pero no al poder, “como quiera que este ya estaría cooptado por poderes de facto que básicamente no quieren escuchar las peticiones de cambio.” Aun así, este gobierno sigue estando a tiempo de ser lo que dice, máxime cuando “una Colombia que no ha cambiado en un siglo no va a cambiar substancialmente en un año.”

En cuanto a la educación, el gobierno ha presentado dos proyectos educativos orientados a garantizar ese derecho e incluso gratuidad hasta en la universidad con la Matrícula Cero. Eso está muy bien y debemos aplaudirlo. Sin embargo, esa es solo una pequeña parte de la reforma estructural que requerimos tanto en la educación básica como en la superior. Se sabe que las élites utilizan dos armas muy poderosas para defender el statu quo y retornar el poder, ellas son el control de los medios y las bodegas que divulgan fake news. La mejor manera de enfrentarlas son la educación de calidad y la lectura crítica entre las nuevas generaciones, así urge la necesidad de transformar la educación pues el país necesita, como lo dice el presidente, gente preparada en ciencias informáticas, pero también en física, en química, en matemáticas avanzadas, en biotecnología, en genética. “Sin gente en estas disciplinas tendremos más youtubers, más influencers, más adivinos, más vendedores de sueños, pero no habrá estudiantes con quienes llenar las aulas universitarias, ni científicos que desarrollen la industria farmacéutica ni ingenieros que impulsen proyectos ambiciosos en sectores estratégicos.” (De Zubiría, 2023)

Hay que educar pues para formar sabios, científicos, emprendedores o ciudadanos solidarios. Hay que diseñar un pénsum que conjugue estos perfiles. Se sabe que nos mueven más las emociones que la razón; por eso, tenemos que enseñar cómo manejarlas desde la casa, en la escuela, el trabajo y la fiesta. Hay que posibilitar el encuentro de la educación con la cultura, los saberes y la paz, poniendo el foco sobre la educación, hablar de las emociones y resaltar la valía de un oficio esencial, la enseñanza; esto es, aunar pasión y pensamiento. Creemos con Julio Cesar Londoño, “como cualquier quijote en trance, que las cosas grandes con intentarlas basta y que un pueblo de verdad educado elige bien a sus líderes, respeta las leyes y lo gobierna cualquiera, hasta un político.”

¡Bienvenido el debate!, confío con Miguel de Zubiría en que la ministra Vergara y el viceministro Sánchez “sepan convocar a la sociedad civil, los investigadores, los rectores, las facultades de educación y los diversos miembros de las comunidades científicas y educativas para… repensar la educación que necesitamos hoy en Colombia.” Resalto que en el Plan Nacional de Desarrollo tenga mucha fuerza su enfoque en perspectiva del Desarrollo Humano en el que está la tarea esencial de “crear las condiciones que posibiliten no solo sobrevivir, sino también vivir” (Morin, 2022: 40), bajo la cual se vinculan diferentes cambios y búsquedas de logros estructurales que beneficien a comunidades históricamente excluidas en dimensiones esenciales como el acceso a la educación articulada a estrategias de reconversión laboral e inclusión productiva.

En este cuarto del mandato del binomio Petro-Márquez tenemos que reconocer que ha habido marchas en contra y a favor. “Por más diferentes que parezcan ambas marchas, las dos les apostaron a la democracia y la representación, a expresar las posiciones políticas sin violencia, a pedir la palabra en la construcción de la nación colombiana. El presidente Petro acertó al dedicar su discurso de victoria, hace ya más de un año, a hablar de cómo hay dos Colombias que tienen que trabajar juntas. Después de tanta tensión, qué útil recobrar esa idea” (EE, 2023B) para construir el Gran Acuerdo Nacional ajustado a la institucionalidad, respetando las reglas de juego de nuestra democracia. Él sabe que está llamado a grandes cosas, a desempeñar un papel protagónico tanto nacional como regional.

Es evidente, entonces, que el presiente Petro es un político elocuente y habilidoso que tiene una enorme capacidad para tocar las emociones de los colombianos con su discurso certero en contra del neoliberalismo y la corrupción, que ve como motores de la violencia y la falta de derechos, razón por la cual ha logrado “articular las frustraciones e ilusiones de la opinión pública”. Él ha mantenido viva la esperanza de cambio: “el ejército busca niños indígenas perdidos en la selva; el Gobierno no tolera que los guajiros sigan con sed en el país donde el agua abunda.” (Ronderos, 2023) La esperanza y la fe no se abandonan fácilmente. Además, limpió la casa de alimañas que saqueaban los dineros de las regalías y de la paz, y propuso algo que es tan sencillo como emocionante: que el desarrollo económico consista en conseguir que todos los colombianos vivan con dignidad. (Ibíd) Y ha sido muy responsable en el manejo de la economía y está recuperando el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, tomando incluso medidas impopulares como subir el precio de la gasolina.

La franja de Gaso por Gaso, Bogotá, abril 13/23

En suma, pues, este balance “entiende la política como un teatro: Petro es tanto el director que se encarga de la puesta en escena, como el personaje principal que no puede controlar el desarrollo de la obra. Esa es su principal tragedia.” (Osorio, 2023) Según A. Gaviria, su exministro y autor de La Explosión Controlada: La encrucijada del líder que prometió el cambio -toda una diatriba con Petro-, el jefe de Estado está “atrapado en su sentido profundo de justicia, en su historia personal, en sus inclinaciones románticas”. (Ibíd) No hay dudas que quiere lo mejor para los más pobres, los discriminados, las víctimas; pero la férrea oposición es obtusa y rebajar la polarización que envenena la vida política del país es difícil, aunque no imposible; para hacerlo posible es importante un apego estricto a las reglas de la convivencia democrática que bien Petro está demostrando. Él se refirió otra vez a la necesidad de impulsar el Acuerdo Nacional como única salida para la actual situación del país, en el acto de instalación del Comité Nacional de Participación en el inicio del cese al fuego con el ELN, guerrilla que tiene la última oportunidad de recuperar confianza y demostrar que tiene voluntad de paz.

Finalmente, pues, la gestión del presidente exguerrillero y la vice y ministra afro en este primer año de aprendizaje complejo fue ambiciosa y de muchos anuncios, con logros políticos y económicos, pero perdió impulso en un segundo semestre por algunos escándalos y desconfianzas. Si quiere consolidarse en los tres años restantes, la dupla debe volver más convincentes sus prédicas de paz y justicia ambiental y social. Acompañarlas con fuerza tranquila y no pendenciera para ver si logra estrechar la brecha entre lo dicho y lo hecho. Los tres próximos años tienen que ser de ejecutorias. “De lo contario, las expectativas que el presidente despertó se nos devolverán cual boomerang y correremos el riesgo de que nos caiga encima un bukele.” (Lara, 2023) En sus manos está evitarlo, presidente. Felicitaciones por el manejo digno y sin injerencias que usted le ha dado al doloroso caso de su hijo capturado por corrupción (Ibíd), y por el nombramiento acertado de Juan David Correa como ministro de Cultura.

Si Petro logra retomar la iniciativa y cambiar su manera de aproximarse más ordenadamente al Ejecutivo y los otros poderes del Estado, “la puerta de la oportunidad histórica sigue abierta.” Él ha sido un guerrero en su ya largo periplo existencial y político, por eso es presidente. Ahora le falta seguir demostrando que es estadista y, sobre todo, que es inocente tras el escándalo que provocó su hijo y la Fiscalía amarillista de Barbosa. Inocencia de la que tiene que salir fortalecido él y la institucionalidad colombiana, que se enfrenta de nuevo a un reto complejo que confiamos sabrá sortear de manera transparente, como tantas veces lo ha hecho en el pasado. Ojalá que en este país por fin “seamos capaces de entender que de nada sirve pasar mil y una reformas si no reformamos antes esta vocación a someternos, a amordazarnos, a despreciarnos, a preferir las victorias agónicas…” (Silva, 2023C)

Gustavo Petro tiene de su lado “la narrativa de las nuevas generaciones de colombianos para una mejor Colombia, pero aún no logra persuadir a la mayoría” para el Gran Acuerdo Nacional y la Paz Total. ¿Le alcanzarán los tres años para que sus ideas logren resolver los problemas de Colombia? Si la ultraderecha cavernícola, la obtusa oposición férrea y la extrema izquierda lo permiten en franca lucha de contrarios útiles e inteligentes de la que “nace la más bella armonía”, eso esperamos los amantes del cambio y de un mejor futuro quienes sabemos que los seres humanos somos “capaces de lo peor y de lo mejor” por nuestra complejidad y versatilidad, pero cuando las aguas turbulentas se juntan, se crecen las soluciones, tan a menudo impedidas “por los simplismos, los unilateralismos y los dogmatismos” que son enfermedades esclerosantes «de la razón, que debe estar siempre abierta a una posible refutabilidad.» (Morin: 2022, 66 y 101)  

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  • Barrajas Sandoval, Eduardo (2023). Palabras como misiles. El Espectador, Bogotá, publicado el 1 de mayo en https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/eduardo-barajas-sandoval/palabras-como-misiles/
  • Coronell, Daniel (2023). PETRO: LA DIFERENCIA. Cambio Colombia y Los Danieles, Bogotá, publicado el 30 de julio en https://cambiocolombia.com/los-danieles/petro-la-diferencia
  • De la torre, Cristina (2023). Se roban el país a carcajada batiente. El Espectador, Bogotá, publicado el 31 de julio en https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/cristina-de-la-torre/se-roban-el-pais-a-carcajada-batiente/
  • De Zubiría Samper, Julián (2023) La reforma educativa en el gobierno Petro. El Espectador, Bogotá, publicado el 31 de julio enhttps://www.elespectador.com/opinion/columnistas/julian-de-zubiria-samper/la-reforma-educativa-en-el-gobierno-petro/
  • Duque naranjo, Lizandro (2023). “Jet lag”. El Espectador, Bogotá, publicado el 23 de julio en https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/lisandro-duque-naranjo/jet-lag/
  • Duzán, María Jimena (2023). Colombia petrificada. El País de España, Madrid, publicado el 6 de agosto en https://elpais.com/america-colombia/2023-08-07/nicolas-petro-el-verdugo-de-su-padre.html
  • El Espectador (2023). Procuradora y fiscal, ¿actores políticos? Editorial de El Espectador, Bogotá, publicado el 25 de marzo en https://www.elespectador.com/opinion/editorial/procuradora-y-fiscal-actores-politicos/
  • ____________ (2023B). Contar cabezas en las marchas es inútil.  Editorial de El Espectador, Bogotá, publicado el 21 de junio en https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/el-espectador/contar-cabezas-en-las-marchas-es-inutil/
  • Jimeno, Ramón (2023). El primer año del Gobierno Petro: entre las crisis y las controversias. Cambio Colombia, Bogotá, julio 23, disponible en https://cambiocolombia.com/poder/el-primer-ano-del-gobierno-petro-entre-las-crisis-y-las-controversias
  • Lara Salive, Patricia (2023). Los claroscuros del primer año de Petro. El Espectador, Bogotá, publicado el 3 de agosto en https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/patricia-lara-salive/los-claroscuros-del-primer-ano-de-petro/
  • Mera, Aura Lucía (2023). África. El Espectador, Bogotá, publicado el 15 de mayo en https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/aura-lucia-mera/africa/
  • Morin, Edgar (2022). Lecciones de un siglo de vida. Planeta: Barcelona.
  • Ocampo, José Fernando (2023). El Plan de desarrollo. El Tiempo, Bogotá, publicado el 21 de mayo en https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/jose-antonio-ocampo/columna-de-jose-antonio-ocampo-el-plan-de-desarrollo-770413
  • Oquendo, Catalina (2023). Francia Márquez: “Me he esforzado por no dejarme deslumbrar por el poder”. El País de España, Madrid, publicado el 16 de agosto en https://elpais.com/america-colombia/2023-08-17/francia-marquez-me-he-esforzado-por-no-dejarme-deslumbrar-por-el-poder.html
  • Orozco Tascón, Cecilia (2023B). Hipocresía y libertad de prensa. El Espectador, Bogotá, publicado el 13 de junio en https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/cecilia-orozco-tascon/hipocresia-y-libertad-de-prensa/
  • Osorio, Camila (2023) Alejandro Gaviria disecciona el primer año de Petro: “El otoño del patriarca es inevitable”. El País de España, Madrid, publicado el 29 de julio en https://elpais.com/america-colombia/2023-07-29/alejandro-gaviria-disecciona-el-primer-ano-de-petro-el-otono-del-patriarca-es-inevitable.html
  • Ospina, William (2023). Gobernar. El Espectador, Bogotá, publicado el 29 de abril en https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/william-ospina/gobernar/
  • Ronderos, María Teresa (2023). Un año de Petro: ni revolución, ni catástrofe. El Espectador, Bogotá, publicado el 30 de julio en https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/maria-teresa-ronderos/un-ano-de-petro-ni-revolucion-ni-catastrofe/
  • Santos Calderón, Enrique (2023). EL QUE MUCHO ABARCA… Cambio Colombia y Los Danieles, Bogotá, publicado el 26 de marzo en https://cambiocolombia.com/los-danieles/el-que-mucho-abarca
  • _____________________ (2023B). España en el corazón. Cambio Colombia y Los Danieles, Bogotá, publicado el 23 de julio en https://cambiocolombia.com/los-danieles/espana-en-el-corazon
  • Silva Romero, Ricardo (2023). Exclusión. El Tiempo, Bogotá, publicado el 10 de marzo en https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/ricardo-silva-romero/exclusion-columna-de-ricardo-silva-romero-748825
  • _________________ (2023B). Paréntesis. El Tiempo, Bogotá, publicado el 17 de marzo en https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/ricardo-silva-romero/parentesis-columna-de-ricardo-silva-romero-750985
  • ___________________ (2023C). Fanatismos. El Tiempo, Bogotá, publicado el 31 de marzo enhttps://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/ricardo-silva-romero/fanatismos-columna-de-ricardo-silva-romero-755208
  • Vallejo, Irene (2023). Dualistas y duelistas. El País de España, Madrid, publicado el 28 de abril enhttps://elpais.com/eps/2023-04-29/dualistas-y-duelistas.html
  • Viveros, Pedro (2023). Gustavo Petro y Felipe González, primer año de dos izquierdistas. El País de España, Madrid, publicado el 30 de marzo en https://elpais.com/america-colombia/2023-03-30/gustavo-petro-y-felipe-gonzalez-primer-ano-de-dos-izquierdistas.html

6 respuestas a «ANIVERSARIO DE LA ERA PETRORIANA»

  1. Irán y vendrán muchos aconteceres; lo único cierto es que el gobierno petrista ha marcado una era: «Antes del Gobierno Petro y después del Gobierno Petro».
    Es una marca que perdurará a través del tiempo, no tiene vuelta de hoja.

  2. La Buena educación de la juventud es la prenda más segura para la felicidad de un estado…Seguir luchando con esta aguerrida sociedad…Está es la Base del cambio.

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