LA VEGETARIANA RECHAZADA Y LA BOTICARIA ENTRETENIDA

Para todos los amables lectores exigentes con la feliz navidad y el próspero año nuevo. En las sendas del arte, la ciencia y el mito, buscamos el deleite y la solución a los problemas para alcanzar el bienestar
En estos tiempos calamitosos y diarias atrocidades nuevas, cuando la ignorancia atrevida se extiende y el mundo se rompe por todas partes con guerras regionales y desordenes climáticos; pero se realiza la COP16 con luces navideñas que tiñen a diciembre de calor humano y valores tradicionales, y aparecen luces científicas como la de Tu cerebro tiene hambre (2024) y luces artísticas como La vegetariana, uno siente una iluminación de esperanza porque leer es abrirle postigos a la utopía y a la imaginación. Sobre estos libros y la destrucción acelerada de los entornos humanos y naturales hablaré enseguida, así a la paz total mundial los deshumanizados le sigan “dando mordiscos” y así haya quienes sigan abusando “del derecho en el ejercicio del derecho” ya que la articulación de arte y ciencia es uno de los modos perfectos de responder a la opresión e injusticia en todas partes.
Cuando salió La vegetariana en 2007 en su país “tuvo una precaria acogida, lo que nada tiene que ver con la cualidad literaria, pues ahora todo se mide en números, en ganancias. El arte va por otro lado: por el sendero intrincado de los misterios humanos. Solo en 2016, cuando fue traducida al inglés y ganó el Premio Booker Internacional, Han Kang asomó todo su cuerpo escritural.” (Carvajal, 2024) Esta escritura es una creación novelística de tres capítulos de esta surcoreana, premio Nobel de literatura de este año –la escritora más joven en obtenerlo-, en la que la protagonista, Kim Yeonghye, una ama de casa que habla muy poco, a veces lo hace a través de monólogos interiores, pero es en la voz de otras personas como nos acercamos a su vida silenciosa y delirante.
En el primer capítulo denominado La vegetariana -el que le da el título al libro- interviene su esposo, un hombre elemental, misógino y conformista, que la describe con ruindad: «Si me casé con ella fue porque, así como no parecía tener ningún atractivo especial, tampoco parecía tener ningún defecto en particular». Luego de una pesadilla teñida de horror, en la que Yeonghye come trozos de carne que manchan de sangre sus ropas y su humanidad, amanece vegetariana. He allí su verdadera metamorfosis que nos recuerda a Kafka. Así, se aborda la relación del cuerpo y la naturaleza. Con la decisión de dejar de comer carne y de vivir de un modo que cree insano, ella desata una tormenta en el seno familiar y su entorno: «Si no comes carne, te devorará el resto del mundo» (p. 44), le dice a la protagonista su autoritaria madre que intenta hacerla abandonar su dieta vegetariana, lo mismo intenta su padre también autoritario y violento. Pero su hermetismo “se solidifica y la aísla más del mundo exterior. Es el argumento simple de La vegetariana, que luego va tomando rumbos siniestros y nos introduce en las oscuridades y luces del transitar humano.” (Carvajal, 2024)
En el segundo apartado llamado La mancha mongólica habla su cuñado, un artista visual que tiene una explosiva relación erótica con ella –manifestada en la forma de hacer hablar a su cuerpo-, cuya mayor obsesión es precisamente una mancha mongólica y verduzca que tiene en uno de sus glúteos; “por un azar fatal, Inhye, su esposa y hermana de Yeonghye, presencia la escena desde la penumbra: un detonante que enfatiza el drama” (Ibíd) del deseo triangular en “que una persona -en este caso el cuñado de Yeonghye- siente deseo y posee a otra -a su esposa, a quien ya no ama- haciendo de cuenta de que la deseada y poseída es aquella a la que de verdad quiere -es decir, a su cuñada-…” (Parra, 2024) Y en la tercera parte titulada Los árboles en llamas la hermana visita a la protagonista en un sanatorio mental diagnosticada de «anorexia nerviosa» y se halla sumergida en «una desolación absoluta». Quiere convertirse en un árbol: “Todos los árboles del mundo me parecen hermanos” (p. 106), dice. “Dejará de pensar y hablar. Sus raíces se hundirán irremediablemente en la tierra. Su cuerpo y su espíritu ya no viven juntos, entonces todo se difumina en el sueño de la literatura.” (Carvajal, 2024)
Conservando la distancia entre literatura y ciencia, veamos una reseña de Tu cerebro tiene hambre (2024) de la española Marián García o Boticaria García -doctora en Farmacia y graduada en Nutrición Humana y Dietética y Óptica y Optometría-, libro científico ameno que afronta el reto de acabar con algunos mitos y prejuicios sanitarios del mundo contemporáneo a través de estos interrogantes: ¿Qué podemos hacer frente al hambre emocional?¿Cuáles son las estrategias que funcionan realmente para perder grasa? ¿Es más importante la dieta o el ejercicio? ¿Son para mí los medicamentos para la obesidad que triunfan en TikTok? ¿Podemos desafiar a nuestros genes o nos tenemos que conformar con el michelín que traemos de serie?

Presentación en Colombia de Tu cerebro tiene hambre de Marián García, quien está en el centro. A su izquierda las hermanas Pamina y Raiza González Romero, y a su derecha el autor de este artículo y Darío Cerrato Quintero. Bogotá, librería María Mercedes Carranza, septiembre 24/24
Con este libro -cuyo lanzamiento en Colombia fue en septiembre de este año, ver foto- llegó “el momento de dejar de echarle toda la culpa a la falta de voluntad. No eres tú, los verdaderos responsables de que perder peso a veces parezca misión imposible son tus adipocitos inflamados, tu microbiota revolucionada, tus músculos tristes, tu cerebro hambriento, tus genes ahorradores o el dichoso cortisol.” (Contraportada) Así, se aborda la pérdida de peso desde un punto de vista divulgativo y divertido, recurriendo a los mejores endocrinos españoles y a los últimos estudios científicos internacionales. Y todo con el estilo agradable que caracteriza a la sólida Boticaria, quien pone “el humor al servicio de la evidencia científica más rigurosa.”
Como entre los senderos de la ciencia y el arte transitan mitos y dioses, permítanme hacer alusión al antiguo mito griego de Faetón que, según Nexus de Harari (2024: 12), nos habla de un muchacho que descubre que es hijo de Helios, el dios sol. Ansioso por demostrar su origen divino, Faetón se atribuye el privilegio de conducir el carro del sol. Helios le advierte que ningún humano puede controlar a los caballos celestes del carro solar. Pero Faetón insiste hasta que el dios sol cede. Después de elevarse orgulloso en el cielo, Faetón acaba por perder el control del carro. El sol se desvía de su trayectoria, abrasa toda la vegetación, provoca gran cantidad de muertes y amenaza con quemar la tierra misma. Zeus interviene y alcanza a Faetón con un rayo. El presuntuoso humano cae del cielo como una estrella fugaz envuelto en llamas. Los dioses toman el control del cielo y salvan el mundo.
¿Qué nos dice de diferente a los dos textos contrastados esta fábula conminatoria en el siglo XXI? Es obvio que los humanos nos hemos negado a hacer caso de su advertencia. Ya hemos provocado un desequilibrio en el clima terrestre y desatado algunos incendios e inundaciones devastadores de consecuencias incalculables. Entonces, ¿qué debemos hacer? Los libros mencionados ofrecen algunas respuestas, pero este mito griego no ofrece ninguna, a no ser que esperemos que un dios nos salve, lo cual es un mensaje peligroso, pues anima a la gente a renunciar a la responsabilidad y confiar en dioses. Peor aún, nos impide reconocer que los dioses son una invención humana como los mitos.
Volviendo a La Vegetariana, ella reventó el orden “gracias a una protagonista delicada y segura que entrega su cuerpo al placer, la intuición y la belleza, literalmente al arte.” (Martínez, 2024) Su narrativa exquisita e inquietante, ambientada en el Seúl actual, es capaz de incluir una dimensión irreal en pleno trazado de la realidad en dosis adecuadas. La obra de Han Kang “transcurre durante el levantamiento civil sofocado brutalmente por la dictadura militar en su ciudad natal, Gwangju, en mayo de 1980 y constituye una historia sobre el sufrimiento y la resiliencia humanos considerada por la crítica como su mejor obra”, según la Agencia EFE.
No es gratuito que en la actual Corea del Sur, inspirado en otros movimientos feministas globales como el Me Too, la tendencia 4B -significan el rechazo al matrimonio heterosexual (bihon en coreano), a tener hijos (bichulsan), a las citas con hombres (biyeonae) y a mantener relaciones sexuales con ellos (bisekseu)- comenzó a cobrar fuerza ahí en 2019, “tras una oleada de protestas contra la cultura misógina del país y sus arraigadas desigualdades en materia de derechos de género. Luego creció durante las elecciones presidenciales del 2021, cuando se eligió como presidente al conservador Yoon Suk-Yeol, quien hizo campaña con la promesa de abolir el Ministerio de Igualdad de Género y Familia y quien insiste en que el sexismo estructural no existe en el país.” (Nagovitch, 2024) Ese mismo mandatario acaba de darse un autogolpe, afortunadamente efímero porque la rápida actuación del Parlamento y de la ciudadanía despejaron las dudas sobre la fortaleza de la democracia surcoreana, aliada clave de EE UU en esa región asiática.
En síntesis, entonces, La vegetariana es una obra de arte surcoreana de la reciente Nobel de literatura que de modo lento va tomando rumbos siniestros y así nos va introduciendo en las oscuridades y luces del transitar humano. En cambio, Tu cerebro tiene hambre es un ensayo de divulgación científica que incluye muchas herramientas y pautas concretas para ayudar a perder peso y ganar salud con cinco grandes cambios que nos ayudan a vivir y disfrutar mejor nuestras vidas; por eso y la labor divulgadora en prensa hablada y escrita, su autora recibió el Premio Estrategia Naos -nutrición, actividad física y prevención de la obesidad-, otorgado por el Ministerio de Consumo y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición. Es obvio, pues, el entronque de estos textos con el vegetarianismo, doctrina y práctica de los vegetarianos que encierra un régimen alimenticio basado principalmente en el consumo de productos vegetales, pero que admite el uso de productos del animal vivo, como los huevos, la leche, etcétera.
Finalmente, parece evidente, pero el primer deber de los seres humanos inteligentes es seguir con su labor lectora. Como seres inteligentes debemos, por consiguiente, volver a constatar en los libros que hay que parar ya todos nuestros problemas acuciantes y aplicar las soluciones de la COP16 caleña para disminuir los efectos del desorden climático. Esa debe ser nuestra razón de ser inteligente para mejorar el bienestar de nuestro entorno y el de la humanidad. Es fundamental que la presidencia de Colombia de dicha COP logre construir consensos y medidas urgentes. Si los países no asumen la urgencia de actuar, el desastre empeorará. Por eso, me sumo a los esperanzados reclamamos de Martín Caparrós de “que se arme un nuevo paradigma de futuro alternativo al capitalismo”.

En suma, ¡amables lectores exigentes!, hay textos sobre mitos y prejuicios del sobrepeso y la obesidad que dan ganas de vivir como el reseñado de Boticaria García. Pero también hay textos sobre la decisión inquebrantable de una mujer de ser vegetariana en un medio adverso, que nos produce mucha desolación que la conjura estéticamente obras como la de Han Kang que resuda violencia, erotismo y dolor y, al tiempo, una poética felicidad narrativa. A esta clase rara de libros pertenece La vegetariana, un volumen casi tan extraordinario como Tu cerebro tiene hambre: ambos textos han logrado tocar las fibras más delicadas de lo humano y, como atendiendo al cometido estético de Kafka, la escritora asiática y la científica española han escrito dos libros que tiene el efecto de un puñetazo en el rostro. Aparte de los méritos reconocidos por la Academia y la Ciencia, estamos abocados a leerlas, ya que sus escrituras amenas e interesantes dosifican cinco grandes motivos de la literatura: el dolor, el erotismo, la violencia, la salud y el mito.
INDISPENSABLE TÁBULA GRATULATORIA
Carvajal, Alfonso (2024, nov 8). ‘La vegetariana’. El Tiempo, Bogotá, https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/la-vegetariana-3398199
García, Boticaria (2024). Tu cerebro tiene hambre. 5 grandes cambios que te ayudarán a perder grasa y ganar salud. Planeta: Barcelona
Harari, Yuval Naoh (2024). Nexus. Una breve historia de las redes de información desde la Edad de Piedra hasta la IA. Debate: Madrid.
Kang, Han (2012). La Vegetariana. Rata: Madrid
Martínez, Gabi (2024, oct. 10). La premio Nobel Han Kang, tan valiente como sutil. El País de España, Madrid, https://elpais.com/cultura/2024-10-10/la-premio-nobel-han-kang-tan-valiente-como-sutil.html
Nagovitch, Paola (2024, nov 8). La victoria de Trump da alas al movimiento feminista 4B en Estados Unidos: “¡Divórciense de sus maridos, dejen a sus novios!”. El País de España, Madrid, elpais.com/us/2024-11-09/divorciense-de-sus-maridos-dejen-a-sus-novios-la-victoria-de-donald-trump-despierta-el-interes-de-estados-unidos-por-el-movimiento-4b.html
Parra, Jorge Iván (2024, nov 17). Han Kang, UNA NOBEL QUE SABE DOSIFICAR EL EROTISMO, LA VIOLENCIA Y EL DOLOR. Cambio Colombia, Bogotá, https://cambiocolombia.com/cultura/han-kang-nobel-dosifica-erotismo-lviolencia-dolor
Buena tarde amigo y colega educador Dairo.
Como siempre tu columna, nos invita a la reflexión, al análisis pero principalmente al estímulo de las neuronas, esta vez a través, de un paralelo inimaginable pero lógico e interesante; gracias por compartir, me quedo con la alegría de percibir que todo tiene importancia y relevancia, según se le mire, que lo básico es informarnos, para entender, respetar y trascender, según el principio individual; sin juzgar la orientación o inclinación del otro.
Un gran abrazo y felices fiestas.
Mi estimado amigo y colega, muchas gracias por la lectura y tu mensaje.
Doctor Dairo Elías González Quiroz. Muchas gracias, por este escrito quincenal, titulado: «La vegetariana rechazada y la Biotecaria Entretenida. Es fundamental que la presidencia de Colombia en dicha COP logre construir consensos y medidas urgentes. Sí, los países no asumen la urgencia de actuar, el desastre empeorará. Por eso, los esperanzados reclamarán, que se construya un nuevo tratado o paradigma de futuro alternativo al capitalismo».
Mil y mil gracias, por su mensaje y muchas felicidades, para el fín de año.
Dr. Gracia, muy amable por su lectura y comentario.
En últimas, y a pesar de que en algunos párrafos vislumbré el naufragio, el articulista ensayista logró enderezar las velas de la argumentación para llevar a buen puerto su nave, en medio de ese mar proceloso en que navegó.
Es la ventaja de los lectores habituales: logran hilar disímiles temas y establecen relaciones lógicas donde en primera instancia no brillan. ¿O será que cualquier texto se puede relacionar con otro si existe un mínimo punto de significación?
Mi apreciado amigo y colega, muchas gracias por tu lectura atinada e inteligente pregunta.
Es indispensable tomar lo más esencial de cada texto, se me hacen muy interesantes. Cabe anotar que la ficción es un elemento básico para la literatura y al hombre le ha Sido difícil hacer la inferencia entre cuál postulado es Mejor. Buenos artículos González. Feliz Navidad.
Aguilar, muy gentil
La naturaleza siempre busca lo que le arrebatan en su entorno original, eso siempre ha sido así: El río busca su cauce y el cuerpo su espacio, lo antinatural lleva al caos; no hay vuelta de hoja.
De acuerdo amigo.