ESBOZO DE UNA AVENTURA TRIANGULAR

¡Amables lectores multicreyentes, sentipensantes y librepensadores!, como hoy los copos de nieve, al igual que los hombres, caen en Ucrania, Comala, Irán, Colombia, Perú, Macondo: conflictos, cismas, cambio climático, noticias apremiantes, crispaciones diarias y la vuelta de los rugidos de la ultraderecha con su carga de crespones nazistas e intolerancia irracional que han popularizado de hemisferio a hemisferio “la manía de desconocer, falsear, violar e injuriar lo que sea necesario con tal de reinar” con sus agresiones fìsicas y verbales. Sin reponerme de los desastres humanos e infraestructurales ocasionados por la incapacidad de los gobernantes de turno en el caso de la guerra Rusia-Ucrania y en los casos de algunos politicos y violentos más dañinos que la guerra que tiene al mundo en vilo, el 11 de mayo pasado -día de mi cumpleaños- me di cuenta de que este año he cavilado en torno al Esbozo de una aventura triangular conformada por la literatura, la política y la pedagogía.

Dicen que la política y la pedagogía empiezan a estar en crisis en todo el mundo. ¿Por qué será? Respecto a la primera, “se me ocurre que quizá es porque le sobra prosa y le falta literatura: La política no es capaz ya de asombrarnos, de sacudir nuestra pereza intelectual. Ni siquiera de hacernos sonreír. Es tétrica.” (Arias, 2023) Y a la pedagogía, también le sobra prosa y le falta humor y amor. En cambio, la literatura es juego y placer, y nos hace sonreír. Así, es lógico que el esbozo triple mencionado sea el tema de la columna de hoy, que desarrollo ampliamente en mi próximo libro Oscuridades y destellos de la memoria.

La escritura (léase literatura) hace el papel de seductora en este triángulo que en el fondo es amoroso, aunque la política seduce a más gentes. “Conozco hombres que hicieron un viaje inútil del útero al sepulcro, algunos son ministros y otros hombres públicos: no importa, hicieron un viaje interminable”, plantea León Bloy. «La política es el más agresivo sistema de regulaciones para diseñar un orden basado en los intereses del Estado», asegura Alfonso Torres Carrillo. Y la pedagogía es “el saber con el cual es posible construir una conciencia profesional a partir del entendimiento y apropiación voluntaria de la naturaleza y la praxis constitutiva de la profesión de educador”, afirma Mario Sequeda. Como sea, el conflicto entre valores “es siempre un lugar del impulso de la cultura, donde cada uno intenta conquistar exclusividad a costa del otro, y es obligado simultáneamente a delimitar sus pretensiones», acota Leszek Kolakosky.

Estoy plenamente convencido de que el mayor placer de la vida de un escritor consiste en disfrutar del orgasmo interminable del triángulo intelectual que conforman la literatura, la política y la pedagogía en el que irrumpe el Amor encerrando inevitablemente en los seres humanos para ascenderlo al erótico triángulo intelectual en el que, según nuestro Nobel de literatura, “ni el amor es una jaula, ni la Libertad es estar solo. El amor es la Libertad de volar acompañado, es dejar de ser sin poseer.” Si diversidad y libertad son inseparables, no menos los son la literatura y la pedagogía. No obstante, Enrique Dussel advierte: «La falocracia erótica por mediación del filicidio pedagógico culmina en el fratricidio político».

Creo que tanto la literatura como la política y la pedagogía, sin ser por eso los tres “únicos provocadores de la esencia del hombre”, son tres factores importantes porque el segundo revela en el hombre el sentido de la justicia; el primero propicia un ahondamiento en el propio ser y también en su entorno; y el tercero expresa la esencia altruista. “A veces esos caminos se unen o se cruzan; otras veces son rutas paralelas, pero asimismo válidas”, complementa Mario Benedetti. Quien así anda, de acuerdo con Umberto Eco, va por el buen camino del triángulo discursivo porque el discurso filosófico plantea determinados problemas globales que interesan a todos sin entrar en pormenores técnicos. Los planteamientos religiosos, también, se presentan como planteamientos globales. El discurso poético, en el fondo, trata de ser una respuesta global.

Entonces, ese triángulo, que últimamente ha venido desplazándose por muchas hojas en blanco y por muchas conversaciones, ha quedado así:

¿Literatura en la política y la pedagogía? “Sí, porque los versos con sus metáforas y simbolismos desquebrajan la vulgaridad, azotan el conformismo y revelan las verdades que escuecen.” (Arias, 2023) Vulgaridad, conformismo, mentiras y ruidos que no nos hacen “olvidar la tragedia que anida en la política que nació con los ojos puestos en ordenar a la sociedad con justicia y solidaridad y ha acabado mirándose al ombligo… En los cambios de época de la Historia nació siempre algún poeta que fue capaz de rasgar el velo de la hipocresía para hacer visibles las llagas de la humanidad. ¿Dónde están hoy los poetas que nos describan con sangre lo absurdo y peligroso de la nueva guerra que vuelve a asustar a Europa y al mundo? ¿Dónde están los que nos digan con palabras inspiradas el drama de las mujeres, y más si son negras, que forcejean por ser personas y no solo muletas para el hombre?” (Ibíd)

“Nos asusta hoy la vuelta de los rugidos de la extrema derecha con su carga de crespones nazistas mientras nos preguntamos por qué las palabras de quienes deberían luchar por las libertades y la convivencia pacífica de los diferentes, parecen enmudecer o se arrastran en una prosa incapaz de enamorar a nadie… Mejor sería para la política un espacio de silencio en vez de los ríos de palabras muertas.» (Arias, 2023) Sí, nos falta hoy, en la era de escalofríos de la inteligencia artificial (IA) -que es de lo que la mayoría habla ahora-, el calor de la poesía capaz de despertarnos de nuestras pesadillas y nos falta hoy también, más compromiso de muchos educadores con la emancipadora pedagogía crítica que es una gran corriente de pensamiento y una alternativa educativa única que permite la mejor formación integral del ser humano. (Ver ampliación de esta pedagogía en mi libro Triple Aventura académica, 2022).

La palabra como creación, sin mentiras, a la luz del sol es arte literario que engendra vida, poesía; arte y poesía son inseparables de nuestro destino terrestre: “hubo arte desde que el hombre se hizo hombre y habrá arte hasta que el hombre desaparezca”, dice Octavio Paz. Si el mundo hoy parece “un desierto de palabras que matan en vez de curar las heridas de la injusticia, es porque la poesía ha sido arrinconada. La política ya no entiende de metáforas. Las comprenden mejor los niños. Pregunté a un adolescente si él era capaz de “plantar una sombra” y me respondió sin titubear: “Claro que sí”. ¿Por qué las metáforas preñadas de luz asustan a los políticos que se esconden enfundados en sus palabras muertas?” (Arias, 2023) Y cuando digo que a la política le falta literatura “no me refiero a que le falte lirismo ni verborrea. Les sobra. Les falta la diafanidad.” (Ibíd) Diafanidad e inteligencia que irradia la emancipadora pedagogía crítica, alternativa educativa comprometida verdaderamente con la educación de las gentes.  

¡Amables lectores multicreyentes, sentipensantes y librepensadores!, permítanme finalmente cuatro conclusiones: Primera. Así la IA represente “un riesgo de extinción” de la humanidad equivalente a otras amenazas sociales como la pandemia y la guerra nuclear, la emancipadora pedagogía crítica debe aprovecharla al máximo, tal vez la IA cambie la literatura y la política para siempre: “a mediano plazo, las nuevas generaciones verán completamente normal leer novelas hechas por la inteligencia artificial. Para nuestros hijos será irrelevante si un libro lo escribió un ser humano o una máquina. Seguramente, en 50 años, los escritores humanos se contarán con los dedos de las manos”. (Santos, 2023) No obstante, la humanidad siempre “ha vivido cambios profundos y ahí sigue; nos hemos adaptado a todas las revoluciones que hemos experimentado. Esto no pasa de ser una narrativa distópica”. (Ibíd) Como sociedad debemos entender el papel prioritario que debe tener la educación mediática y digital, así nos sintamos “como griego ante el oráculo, aunque esa tenía que ser una experiencia más bella.” (Constaín, 2023)

En efecto, no me dan miedo los nuevos descubrimientos de la ciencia. “El mundo siempre mejoró en manos de la creatividad. Lo que me asusta es la vaciedad de la política, cuando no su hipocresía, sus mezquinos intereses personales. Su falta de palabras como semillas de vida capaces de enfrentar la furia de la desigualdad y de entender que nuestro planeta agoniza mientras ellos, cierran los ojos y siguen pronunciado palabras sin vida. Mejor sería su silencio, mejor que enmudecieran y dejaran hablar a los ajusticiados por el desamor.” (Arias, 2023) Por eso, estoy de acuerdo con este autor cuando pide Silencio porque “No me importa / el tumulto sordo / de las tumbas vacías. / Me incomoda / el silencio / que emana del estruendo / de las palabras muertas. / No me espanta / la llamarada en mi cara / de lo inesperado. / Me espanta / el tedio denso / de la obviedad, / que anida / en la memoria sin el arte literario que “es un trasegar más allá de la aparente realidad, un feroz respiro, un suplicio feliz”; y sin la emancipadora pedagogía crítica que es manantial donde beben los verdaderos educadores.

Segunda. Pues sí, a pesar de las arremetidas de la rutina y los dramatismos de la vida, a pesar de los halagos del poder económico-político, seguiremos vivos para soñar única y exclusivamente con un mejor país y asomarnos a los tres años largos del binomio Petro-Márquez sin esperar nada más aquello que sea capaz de llevar: la esperanza de un mejor país porque puede más la ilusión. “Al fin y al cabo, dice Fernando Quiroz, es una de las puertas que se abren… Pero basta con cruzarla para refrendar las ganas de vivir y de gozar”, precisamente dos de los verbos más amenazados por el fascismo que cada vez mutan más y agarran más fuerza: No dejen que les roben la alegría ni la esperanza”, nos aconsejó el papa Francisco. Entonces, a pesar del peligroso círculo vicioso por cuyo borde caminamos, tenemos la Esperanza que la dignidad se haga costumbre con el Gobierno del Cambio.

Tercera. Desde mis entrañas, creo que mi fe en el futuro del porvenir venturoso consiste en saber que aún quedan en nuestro país gente y líderes honestos, éticos, insobornables y capaces de diseñar hojas de rutas claras y contundentes para el desempeño recto de la política, y para ello hay que recordar que sí hay hombres y mujeres que la honran apoyados en la literatura y la emancipadora pedagogía crítica: he aquí la utopía de la triple aventura intelectual. Así, estos tres años largos se abren como un abanico de oportunidades y riesgos. Estamos al borde de seguir cayendo al precipicio. Colombia no solo merece, sino que necesita la paz total, la honestidad en todos los frentes. Difícil pero no imposible -dos adjetivos que encarnan, grosso modo, dos actitudes posibles- mantener y afrontar con altruismo, entereza y grandeza para buscar el bien común antes que el personal. Podemos enfrentar todas las dificultades si somos capaces de seguir templando el acero de nuestro carácter y seguir trazando el camino de la construcción colectiva de nuestros sueños.

Cuarta. Como El porvenir es largo, la literatura realiza un lento trabajo de demolición de las certidumbres y del conformismo. Ella contribuye a mantener viva la insatisfacción humana y a impedir que se anquilosen el espíritu y la historia. Ello nos inducirá siempre a querer romper los límites y alcanzar aquello que no somos y que no tenemos, aunque los efectos de la literatura son imprevisibles y nunca gobernables por quienes la escriben. “La literatura no ofrece respuestas, abre preguntas, cuestiona. Nos permite, al escribir y al leer, ser otro y ser otros, descubrir realidades, dar majestad a la historia a través de las historias, ser intérpretes de la Historia… Porque la literatura escribe la historia, y hace que la memoria perdure a través de la imaginación.” (Ramírez, 2023) El territorio de la imaginación es muy vasto. Una imaginación vasta para una Colombia vasta, compleja, alucinante, sorprendente, variada, como es tan variada la lengua en que escribimos. “Los escritores somos testigos de cargo. Nuestro oficio es levantar piedras, como decía José Saramago. No es nuestra culpa si debajo de esas piedras lo que encontramos tantas veces son monstruos… La literatura se colocará siempre del lado de la libertad, y del lado de la democracia, dos palabras sacramentales que se reflejan en el espejo oscuro… Ver cara a cara a las palabras sin ataduras y sin mengua, alzarse en su libre vuelo hacia las verdades, y hacia la imaginación.” (Ibíd) Esas dos palabras sacramentales son también esencias de la emancipadora pedagogía crítica.

INDISPENSABLE TÁBULA GRATULATORIA

  • Arias, Juan (2023). A la política le sobra prosa y le falta poesía. El País de España, Madrid, publicado el 17 de mayo en https://elpais.com/opinion/2023-05-17/a-la-politica-le-sobra-prosa-y-le-falta-poesia.html
  • Constaín, Juan Esteban (2023). Ante el oráculo. El Tiempo, Bogotá, mayo 24, disponible en https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/juan-esteban-constain/ante-el-oraculo-columna-de-juan-esteban-constain-771356
  • Ramírez, Sergio (2023). Literatura, libertad de palabra. El Tiempo, Bogotá, mayo 24, disponible en https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/sergio-ramirez/literatura-libertad-de-palabra-columna-de-sergio-ramirez-771338
  • Santos, Diego (2023). `Y se fue la luz en Iruya’. El Tiempo, Bogotá, mayo 28, disponible en https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/diego-santos/columna-de-diego-santos-y-se-fue-la-luz-en-iruya-772557

6 respuestas a «ESBOZO DE UNA AVENTURA TRIANGULAR»

  1. Profesor, profesor, literato y escritor, político y educador. Bien estas esenciales reflexiones, aunque el esbozo merece un desarrollo en un texto más amplio.

    1. Es cierto, este esbozo lo desarrollo en «Oscuridades y destellos de la memoria», próximo libro que publicaré este año. Gracias colega por su lectura y comentario.

  2. Maestro Dairo , esa adicción suya de ser incansable pluma recargada siempre de creatividad, y gran capacidad de poner en contexto tantas realidades me reafirma la admiración a los valientes escritores y revive mi fe y esperanza de seguir soñando el cambio en este caótico momento del mundo. Gracias . Mis respetos y admiración!

  3. La literatura; aseverando la verdad o la falsedad es arrogante y frentera; la política, utiliza el verbo para soterradamente llegar a sus metas.
    Por eso; yo jamás he podido ver punto de comparación entre estas dos disciplinas; por tener las dos una intersección sin puntos comunes.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *