MATICES DE LOS COMICIOS REGIONALES

¡Atento lector multicreyente y sentipensante!, en medio de los conflictos bélicos recientes que suministran “un amplio surtido de atropellos y agresiones aún en carne viva” que ojalá no nutra guerras futuras que invadirán la paz, mutilarán el futuro y prolongarán la terrible paradoja bélica de los crímenes indiscriminados que poco a poco van desembocando en la gran conflagración mundial; y en medio de “un mundo amoral, desvergonzado, traicionero y artero, en el que por doquier es frecuente que los malos ganen” (Rushdie, 2023) además con simulacros e imposturas; el objetivo de este texto es realizar un análisis de los comicios electorales colombianos del pasado 29 de octubre a través de la identificación de lo claro, lo oscuro y lo claroscuro de éstos; también, elaborar un balance general de los mensajes que el electorado envió al emitir sus votos en esa jornada, ambientado por la discusión de la adicción de nuestro presidente al amor, al café y, por supuesto, al poder y a «la soledad del poder, que es peor.»
La pasada jornada electoral -salvo contadas excepciones-, transcurrió en paz sin concretarse las “graves amenazas” de las organizaciones criminales, ni los “riesgos en casi 1.000″ municipios con que alarmaron a la gente los mensajeros uriduquistas Barbosa, Cabello, Camargo y el registrador Vega “en cuyas expresiones se podía adivinar el deseo de que ese día fuera un desastre con tal de que le fuera mal” (Orozco, 2023) a la dupla Petro-Márquez que comanda el primer Gobierno de la izquierda colombiana. Efectivamente, contra “todos los pronósticos emitidos desde los viciados antros caciquiles y sus cavernas corporativas” (Rojas, 2023), esa jornada democrática transcurrió en paz, merced al curso acertado de los procesos de diálogo emprendidos entre el gobierno del Pacto Histórico -PH- y las estructuras sediciosas del Eln y las disidencias de las Farc.
Entre esas contadas excepciones que no pueden pasarse por alto, y deben condenarse por lo oscuro, fue lamentable lo ocurrido en Gamarra-Cesar, donde una asonada destruyó la sede de la Registraduría y dejó una funcionaria muerta; en Santiago-Putumayo, en Ricaurte-Nariño y en Barrancas y Conejo-Guajira, donde por diferentes motivos la jornada tuvo que suspenderse. Pero los aislados hechos de violencia “casi todos fueron motines promovidos por caciques políticos descontentos o derrotados, más que ataques al sistema como tal.” (Santos, 2023) Además, los asuntos que “antecedieron la cita en las urnas en relación con la dificultad para que la Fuerza Pública llevara el material electoral y garantizara la seguridad en puntos críticos donde hacen presencia los grupos armados habían abierto no pocos interrogantes.” (El Tiempo, 2023) Por fortuna, reitero, para bien de la democracia, la gran mayoría del país pudo votar en paz
Candidatos más alineados a la ultra y derecha o a la centroderecha ganaron en las principales ciudades y “el petrismo quedó relegado al tercer puesto en Bogotá, la ciudad que era la gran apuesta del presidente.” Estas elecciones vuelven a poner en el mapa a los políticos moderados, en especial tras el resultado en la capital de la República donde Carlos Fernando triunfó con un discurso conciliador. La emoción predominante en Bogotá “no fue el odio o la rabia, sino la desesperanza y la tristeza. Lo que hizo Galán fue decir algo positivo de cada alcalde que lo ha precedido. El mensaje fue: ‘Dejemos de atacarnos y resolvamos’. Se paró en un punto medio, entre la izquierda y la derecha” (Reynoso, 2023); pero con el apoyo total de la esta última.
Analizando con cabeza fría los resultados casi un mes después, al PH le fue más o menos bien porque “no tenía ninguna gobernación antes ni ninguna alcaldía, y ganaron varias, entre ellas cuatro gobernaciones claramente definidas. Para perder un poder, primero hay que tenerlo. En muchas partes entraron en coaliciones y, en los municipios ganaron muchos movimientos pequeños de autocreación que no están adscritos a los barones políticos tradicionales”, dijo el escritor Hernán Borja Al pie de la hoguera política. Ciertamente, en las anteriores elecciones regionales el Pacto Histórico no existía como tal y cualquier votación se podría contabilizar como “ganancia”. Pero que no sea comparable con el pasado en nada niega el claroscuro balance electoral de la coalición de gobierno.
“Naturalmente, continúa nuestro colega, no excluyo que la manera errátil de manejar la política por parte de Petro, es una causa de la falta de un resultado mejor. Hoy el Pacto se levanta con 650 concejales, 70 alcaldes y 38 diputados que no tenía… En las gobernaciones, los proyectos alternativos ahora gobiernan 9 departamentos.” Esto es lo que el mismo Petro llamó como el mapa de la nueva geografía nacional del que simboliza su unidad. Sin embargo, el giro a la izquierda que se registró en las elecciones presidenciales no se ha consolidado en los resultados locales. Infortunadamente, la respuesta a algún descontento con el Gobierno no es prueba de renovación política en la oposición actual, sino la reafirmación de su pensamiento retrógrado con una aridez intelectual devastadora.
Aunque se avanzó en la representación política regional, los resultados electorales no fueron mejores para el Gobierno por traspiés que obedecieron “más a una deficiente gestión de las diferencias internas surgidas entre los militantes del mismo sector partidario del cambio que a un “castigo” de sus bases electorales que, en algunos casos animaron, y en otros, desinflaron el debate de esa `potencia de la vida`, como reza la consigna” (Rojas, 2023) del binomio Petro-Márquez. Además, algunos eventos generaron incertidumbre entre sus seguidores y causaron pequeños disturbios en el ejercicio de la actividad proselitista. Durante este proceso, la coalición del PH “se asemejó a un ‘lecho de Procusto’, una expresión que se refiere a aquellos que intentan ajustar la realidad siempre a sus intereses o su perspectiva. Esto produjo desacuerdos, disputas y abiertos conflictos internos, en medio de un batiburrillo controversial que alcanzó a perturbar la convivencia en las regiones y localidades. Pretendieron… llevar a cabo elecciones sin involucrarse en la política.” (Ibíd)
Estas elecciones han reforzado a algunos políticos tradicionales, “un cambio general en el que incide que varios ya habían gobernado. Han sido reelectos exmandatarios como Jorge Rey en Cundinamarca, Eduardo Verano en Atlántico, Dilian Francisca Toro en Valle del Cauca, William Villamizar en Norte de Santander, Rodrigo Villalba en Huila…; y exalcaldes que repiten el patrón, como Alejandro Char y Federico Gutiérrez en Barranquilla y Medellín, respectivamente. El exgobernador de Bolívar Dumek Turbay será alcalde de Cartagena; el exgobernador de Casanare Marco Tulio Ruiz lo será de Yopal.” (Reynoso, 2023) Así pues que mucha “gente votó por un elemento simbólico asociado a la gestión y la experiencia. Los viejos conocidos ofrecen seguridad, estabilidad y resultados, aun cuando puedan dejar dudas sobre la transparencia de sus administraciones.” (Ibíd) “Roba, pero hace”, es una expresión deplorable que ha tomado fuerza. Algunos votantes optaron más por la experiencia que por la independencia de las castas políticas.
Un asunto oscuro de las votaciones es, entonces, “la reafirmación del dominio político de caciques, baronesas y clanes en las regiones, con su capacidad para llevar gente a votar mediante toda clase de mecanismos, desde el dinero, el regalo, el contrato y el salario de un cargo, hasta el chantaje y la coerción: sus operadores son quienes llegan a alcaldías, gobernaciones y, también, a concejos y asambleas desde donde se activan las herramientas de la corrupción de la contratación pública y el robo de los presupuestos con el fin de apalancar sus fortunas particulares. “Triunfaron” en Charilandia, antes conocida como Atlántico y Barranquilla; en la gneccocracia de Cesar y Valledupar; en el Valle del Cauca, reinado de Dilian; en Bolívar, con Arana, un investigado por desvío de millones de pesos para la población vulnerable; en Córdoba, con el clan Besaile…; en Tolima, con el clan Barreto, entre muchos otros.” (Orozco, 2023) O sea, la desvariada plutocracia neoliberal que multiplica el hambre, «tizna el aire y enturbia las aguas.” En esto hay algo peor, muchos votantes o «figuras de humo en un mundo de distracción» terminan callando, cuando no directamente celebrando, el neoliberal pensamiento plutocrático, «los ascensos neofascistas al poder, o comprando como legítima la democracia fetichizada de las oligarquías regionales.»
Aunque en estas elecciones territoriales “se debaten temas locales de gestión como el estado de las vías o la recolección de basura y cada región tiene sus propias dinámicas, el presidente ayudó a nacionalizar los comicios, sobre todo al intervenir en los de Bogotá.” (Reynoso, 2023) Fue “un error estratégico” que él insistiera durante la campaña “con reabrir el proyecto del metro para soterrar la primera línea y que llamara a respaldar su postura en las urnas. Él mismo lo volvió un plebiscito [sobre sí mismo], tanto que se fue a China” (Ibíd) para hablar sobre el metro con su presidente, Xi Jinping. Obvio, la capital del país fue la mayor apuesta del mandatario, donde fue alcalde de la ciudad entre 2012 y 2015.
“Designó a Gustavo Bolívar, uno de sus alfiles más fieles, como su candidato y lo apoyó implícitamente con actos de gobierno en el sur de la ciudad. Con Bolívar relegado al tercer puesto, el resultado es una derrota del mandatario” (Reynoso, 2023) en Bogotá; claro que Galán era la 3ª vez que se presentaba y Bolívar, la primera. La alcaldesa Claudia López, quien apoyó de modo tácito a Carlos Fernando, “celebró el desenlace con alusiones a la propuesta de Petro de que la ciudad exprese si quería un metro subterráneo a través del voto. “¡Si querían un plebiscito ahí lo tienen fuerte y claro!… ¡El metro no tiene reversa!”, declaró.” (Ibíd) El propio Bolívar reconoció que su derrota tenía mucho que ver con los errores petristas en la capital del país: “El país creyó que el cambio se podía hacer en pocos meses y se ha desilusionado, es la verdad. Y, de una u otra manera, pues siento un voto de castigo hacia el Pacto Histórico en Bogotá”, dijo en su discurso en el que aceptó la derrota.
Las elecciones trajeron reversas para el PH en Medellín y Cali, dos ciudades que estaban gobernadas por políticos que se identificaban con la izquierda. Daniel Quintero y Jorge Iván Ospina dejarán sus cargos con una desaprobación alta. Los reemplazarán Fico Gutiérrez y Alejandro Éder, ubicados a la ultra y derecha con apoyo de los sectores empresariales de ambas ciudades. Obvio que esos reveces impactan al petrismo por cuanto sus congresistas apoyaron a los dos alcaldes salientes e hicieron campaña contra los entrantes. Alguna gente que voto por el cambio petrista en las presidenciales está cansada del tono confrontacional y de la retórica del presidente que “todos los días pone tres o cuatro temas que obligan a los medios a prestarle atención”, y que siente incertidumbre frente a la desmesura de su proyecto de cambio, que pretende abarcarlo todo, mostrando además lentitud en su implementación por las trabas del Congreso.
El desgaste de Petro se explica por la manipulación abierta y soterrada de los medios, por los escándalos de su hijo y el fiscal y por los alborotos “que provoca el presidente, un hombre con vocación de caudillo que levanta a diario polvaredas en las redes, y por los desaciertos de algunos de los miembros de su equipo de gobierno.” (Bonnett, 2023) A esa manipulación mediática hay que agregarle la irradiación de las “fake news” que con ayuda de la prensa y a pesar de la rectificación posterior, hace mucho daño. “Esta actividad, que se ha vuelto cotidiana sobre el gobierno, en donde cualquier integrante de la prensa con cualquier preparación cree que su actividad consiste en interpretar actuaciones de tal manera que se ataque al gobierno, produce información malintencionada y manipulación de la ciudadanía. Reproducen la información falsa antes que se corrobore, sin siquiera contrastar la información”, indicó el mandatario en su cuenta de X por la acusación de un presunto estado de alicoramiento de la ministra del Deporte al salir hablando con dificultad por problemas de sonidos en la inauguración de los juegos nacionales.

A pesar de que es respetuoso de la discrepancia y de la crítica de la prensa responsable, es claro que hay un lenguaje virulento orquestado contra Petro: “Calumnia va, calumnia viene, tergiversaciones terribles y malintencionadas como la de esta semana con el supuesto incremento del predial al 300 % y una intromisión inadmisible en la vida privada del mandatario”, señaló Gustavo Bolívar en Cuarto de Hora a mediado de noviembre. “Las mentiras diarias, sumadas a nuestros propios errores y desafortunados escándalos, que no podemos negar y menos tapar, y a unas comunicaciones deficientes e incapaces de contrarrestar la orquestada y muy eficiente estrategia de la derecha para desprestigiar al Gobierno, agrandar sus errores y minimizar sus logros, han ido construyendo el relato de un ‘supuesto’ mal gobierno que está desilusionando a la gente. Y digo ‘supuesto’ porque las cifras macroeconómicas dicen lo contrario”, agregó Bolívar. Según él, partido fuerte y organizado y comunicaciones efectivas son las dos cosas de las que carece Petro: “cuando el discurso es malo, hay que responderle con un discurso mejor; es preciso contrarrestar los relatos falsos con mejores relatos, responder al odio con amor y creer que la verdad aún puede triunfar, incluso en una época dominada por las mentiras”, aconseja Salman Rushdie en su discurso de aceptación del Premio de la Paz de los Libreros Alemanes, entregado en Fráncfort el pasado 22 de octubre.
Infortunadamente, vemos pocos nuevos liderazgos, “y sí, en cambio, un repunte de la vieja y mañosa clase política, buena parte de ella declaradamente corrupta, algo que en muchas regiones pareciera importarle un pito a la ciudadanía. Que en media Colombia los clanes regionales sigan imbatibles es prueba de que la plata y la repartija del poder todo lo pueden. Una muestra de ello sería el triunfo en Cesar de Elvia Milena Sanjuán, candidata a la gobernación prohijada por la matrona Cielo Gnecco, hoy fugitiva de la justicia; de personajes cuestionados como Yahir Acuña en Sucre o Jorge Rey en Cundinamarca; y de Alejandro Char, que va por su tercera alcaldía, y que ganó de forma arrasadora, sin que lo afecten ni las denuncias más sustentadas ni el encarcelamiento de su hermano, acusado de compra de votos.” (Bonnett, 2023)
Entonces, la derecha, que ha estado tan desdibujada como su líder, Álvaro Uribe, logra ahora un segundo aire, con votaciones tan contundentes como la de Fico Gutiérrez, que resultó favorecido por el rechazo de los medellinenses al gobierno de Daniel Quintero -ficha de Petro que le apunta a la presidencia- o la de Andrés Julián Rendón, que cuenta con el apoyo soterrado de José Obdulio Gaviria. Sin embargo, fuera de la recalcitrante María Fernanda Cabal, cuyo estilo desfachatado e ideas de extrema la hacen popular en ciertos sectores, nadie parece haber tomado la antorcha de un descaecido Uribe, al que ya parece haberle pasado su momento de gloria. (Bonnett, 2023) En definitiva, no hubo mayor renovación de liderazgos y en casi todo el país predominaron maquinarias de clanes políticos tradicionales. La gran mayoría de estos partidos “son microempresas electora-les unipersonales o clanes familiares al estilo Gnecco, incrustados en las tetas del Estado para ordeñar el tesoro público. Del bipartidismo obligado del Frente Nacional el país pasó tras la Constitución del 91 a esta caótica multiplicación de minigrupos políticos y de caciques especializados en perpetuarse gracias a su manejo de la mecánica electoral.” (Santos, 2023)
Así, es oscura la victoria pírrica electoral -pero victoria- de la pasada contienda de la ultra y derecha por “sus méritos” y los errores de la izquierda. Esa victoria tiene “los días contados si, más allá de las urnas, no leen los elegidos el hambre del 28 % de los colombianos que disparó el estallido social de 2021, con sus 80 muertos, y amenaza con volver a perturbar el sosiego de la gente… en el segundo país más desigual del continente. Conquista de la vieja política reeditada en clanes, con todo su potencial de corrupción y aun de crimen. Los Char, los Barreto, los Gnecco, los Caicedo, los Turbay, los Torres, las dilian franciscas” (Torre, 2023) y otros recuperaron lo perdido hace cuatro años.
Ellos pescaron en las fallas del PH para gobernar; “en la endeblez de una coalición que pareció armada sólo de ocasión, liderada por la Colombia Humana, un movimiento difuso de vocación caudillista que se niega organización de partido. Y sin embargo supo darse un programa de reformas que responde al general anhelo de cambio. Reformas como la agraria para moderar desigualdades intolerables entre sectores sociales, causa mayor de guerras que han cobrado medio millón de vidas, hoy en marcha. Como la de reformular el manejo de las finanzas territoriales para vencer desigualdades entre regiones, que debería integrarse al bloque de cambios que el Congreso discute.” (Torre, 2023) En estos momentos en que se siguen discutiendo “reformas cruciales para la cotidianidad de la gente, los parlamentarios no pueden seguir, algunos, en la tónica de velar por sus propios intereses y desempeñar su labor legislativa guiados, no todos, por lo que los cálculos les indican. Se trata, en resumen, de no darle la espalda a lo que hoy se siente en el país.” (El Tiempo, 2023)
En la pasada contienda democrática “144 firmantes de paz aspiraron a cargos de elección popular, cuatro de ellos a alcaldías. Uno obtuvo la Alcaldía de Cumaribo, en Vichada, el municipio más grande del país con 65.000 km².” (El Espectador, 2023B) Esta victoria es simbólica, “pues pese a haber sido uno de los escenarios de la violencia de las FARC durante el conflicto, hoy sus pobladores eligieron a un excombatiente que le apostó al camino de la paz, Armel Caracas.” Ibíd) Siendo parte de la coalición del PH, “se envía el mensaje a todos los alzados en armas de que la vía democrática es la única respuesta. El Estado colombiano no solo cumplió esa promesa, sino que hoy es común ver a los ex-FARC hacer política dentro de la legalidad. Si eso no es un triunfo del Acuerdo, tenemos las prioridades mal asignadas.” (Ibíd)
Es decir “que el Acuerdo de Paz de 2016 no solo no les entregó el país a las Farc como advertían los energúmenos del NO, sino que consagró la desaparición casi total de la influencia política de esa guerrilla y de los desmovilizados que optaron por la lucha legal.” (Santos, 2023) Mas hoy con la Paz total vuelven sus enemigos abiertos y agazapados a la supuesta idea de que la guerrilla se tomara “el país porque la evidencia prueba que se trató de un miedo infundado. Aun así, sigue calando en el debate público ante cualquier intento de paz. Desde líderes políticos hasta ciudadanos preocupados acusan a los procesos que se adelantan de querer llevar a un cogobierno, de sabotear a la Fuerza Pública, de sembrar caos y burlar la democracia. Lo que vemos es todo lo contrario. El país avanza cuando las personas dejan las armas y se enfrentan en las urnas.” (Ibíd) Celebramos que, contra los pronósticos apocalípticos, el Acuerdo de Cuba haya servido para ver a los ex-FARC compitiendo electoralmente.
Retornando a Bogotá, es necesario decir que la gran sorpresa fue que Juan Daniel Oviedo superara en votos a Bolívar. “Oviedo despierta simpatías en un electorado que aprecia en él su singularidad y su perfil de hombre disciplinado y conocedor de su materia. Su discurso no convenció del todo, precisamente porque es más un técnico que un político, y tal vez lo perjudicó que los bogotanos no lograron establecer si en verdad, como se rumora, lo sostienen apoyos uribistas. De su desempeño en el Concejo dependerá que se fortalezca y se proyecte como una opción distinta.” (Bonnett, 2023) Otra sorpresa enorme en Bogotá estuvo en su Concejo a donde llega Donka Atanassova Iakimoka, quien entra a esa corporación a ser parte de la bancada del PH; ella arribó a Colombia en 1993, a los 12 años de edad después de haber nacido en Bulgaria, en compañía de su padre quien fue nombrado embajador de su país ante el gobierno del entonces presidente César Gaviria, enamorándose de Colombia en donde comenzó a entregarse a las causas sociales y al mundo de la política.
Y en el país la mayor sorpresa de la jornada fue el ruso de Tunja, Mikhail Krasnov, “el economista nacido en la antigua URSS de madre ucraniana que vino a Colombia hace quince años, se enamoró de Boyacá, se lanzó para la Alcaldía de su capital y terminó arrasando. En una tierra donde pululan veteranos gamonales y astutos manzanillos, esta es una proeza. Además de una refrescante noticia que pinta una cara más amable de la democracia colombiana.” (Santos, 2023) También me llamó la atención “que mientras que el excomandante de las Farc en Magdalena Medio Pastor Alape quedó en quinto lugar para la Alcaldía de Puerto Berrío, su lugar de origen, el hermano del notorio exjefe paramilitar Macaco ganó holgadamente la Alcaldía de Dosquebradas, Risaralda” (Ibíd) con el apoyo, aunque parezca insólito, de Colombia Humana.
Vale celebrar, entonces, que en las pasadas elecciones territoriales “hubo gestos originales que muestran hasta dónde la ciudadanía, agotada de tanto discurso rimbombante y vacío, selecciona nuevas irrupciones. El caso del exdirector del Dane, que derrotó en sus barbas al candidato del Presidente…” (Silva, 2023) Igual surgió “un original papero que nos llegó de Rusia…; se hizo amigo de la gente, los acompaña en sus dolores y se alza con la alcaldía de la mayor ciudad vecina de la capital… Es poliglota y doctor, ¡nuevo ejemplo!” (Ibíd) También celebramos los nuevos liderazgos jóvenes y diversos que se abrieron camino en sus regiones; verbigracia, Nicolás de Francisco en Bogotá, “donde se lo vio marcar con X, estilo grafiti, todas las calles en Bogotá donde fallaban sus estructuras y evidenciar de este modo ineficacias de los mandatarios actuales” (Ibíd); y el influenciador Briceño, quien se hace reconocer por llevar memoria y archivos en video de tantas inseguridades que parecieran derrotarnos: son nuevos actores que la gente se inventa cuando hay tantos quiebres de esperanzas. Por último, señalemos con Yolanda Ruiz que esos pocos nuevos líderes “que lograron quebrar hegemonías de clanes y mafias permiten decir que, a pesar de todas sus grietas, esta democracia es lo mejor que tenemos y hay que defenderla.”
En suma, ¡atento lector multicreyente y sentipensante!, las últimas elecciones regionales en Colombia dejaron cuatro grandes mensajes: “primero, que, salvo hechos lamentables pero aislados, se garantizó la seguridad de las elecciones; segundo, que la tendencia de elegir alcaldes progresistas en las grandes ciudades del país hace cuatro años se revirtió” (El Espectador, 2023); tercero, que Petro deberá recalcular su administración “si no quiere seguir perdiendo caudal electoral. Es lamentable la relativa baja afluencia de votantes, aunque no ayudó el hecho de que las principales contiendas parecían decididas antes de que las personas fueran a las urnas.” (Ibíd) La magnitud del voto en blanco -5%- y del abstencionismo -41%- es el cuarto gran mensaje, pues es un rechazo a la politiquería de las maquinarias y a los mismos con las mismas, pero también manifiesta un cierto desencanto del gobierno del PH. Ahora falta ver qué hace la dupla Petro-Márquez con este llamado, que llega cuando aún le queda tiempo para seguir con su política del cambio y de las reformas.
Se espera que este binomio sepa darle a su gobierno un rumbo más compatible con los vientos que hoy soplan entre la ciudadanía: diálogo, deliberación y concertación, comenzando por su anunciado gran acuerdo nacional, es lo que hoy requiere Colombia como un importante asunto impostergable. Como lo expresó el nuevo alcalde de Bogotá en su discurso del triunfo, en el que el mensaje al presidente Petro fue el de trabajar en equipo en temas tan sensibles como la seguridad y el metro. Nada mejor para el país, para los nuevos gobernantes y para el actual gobierno nacional que poder encontrar una armonía que se refleje en los avances que la gente pide a gritos en los asuntos que hoy más agobian.” (El Tiempo, 2023) No olvidemos que el PH fue elegido para proponer y realizar una serie de profundas reformas urgentes nada cosméticas y un gran cambio social que el país pedía, y sigue pidiendo, a gritos. La necesidad del cambio y de las reformas son urgentes, pues la tarea de combatir la pobreza y la desigualdad en Colombia no da espera tampoco la de convertir a Colombia en potencia mundial agropecuaria y ecológica, pero lamentablemente aún hay que gente que se opone a eso: ¡Qué insensatez!
Haciendo una buena lectura de los resultados, ya el presidente Petro convocó a los mandatarios elegidos para “articular planes locales con el cambio”. “Y estos no son ajenos a los congresistas que participan de la misma lid política en las regiones. El apoyo parlamentario a las reformas derivaría naturalmente de la comunidad de intereses políticos que gravitan en torno a los programas de campaña de los elegidos: ellos atañen tanto a la Rama Legislativa del poder como a la Rama Ejecutiva de los gobiernos locales.” (Torre, 2023) Podrá haber girado el péndulo un poco hacia la ultra y derecha, “mas, para no invocar espíritu de patria sino el sentido práctico de neutralizar a tiempo otra explosión de ira social, dignatarios locales, parlamentarios y Gobierno deberían ser la primera piedra” (Ibíd) del mencionado pacto nacional. Y el ambicioso proyecto de la superación real del problema de las violencias mediante el diálogo, la reconciliación nacional y la construcción de la paz total que persigue la dupla progresista necesita precisamente del apoyo de todos los actores locales.
Y como quiera que Petro “ha vivido dilatadamente entre gente con liderazgo, los libros buenos y las armas peligrosas, conoce los altos costos de transacción que determinadas audacias entrañan. Mezclado en el estrépito de la contienda que los bárbaros promueven constantemente, conoce también la fragilidad de los políticos y la actitud mezquina de los salvajes.” (Rojas, 2023) Por esto, al presidente no le quedará grande este gran reto; desde luego, que “una equivocación no es tan inútil si sus contenidos logran avivar el interés y producir raptos de racionalidad colectiva” (Ibíd) que incluya partidos, gremios, organizaciones sociales y mandatarios locales y regionales. “Y no para frustrar el cambio sino para sellar sus modos, tiempos y alcances.” Ojalá pues que, sin sectarismos y pequeñeces, olvidemos las diferencias políticas e ideológicas y enfrentemos pronta e inteligentemente ese gran reto inexorable antes de que sea demasiado tarde.
INDISPENSABLE TÁBULA GRATULATORIA
- Bonnett, Piedad (2023). Un país que no cambia. El País de España, Madrid, publicado el 30 de octubre enhttps://elpais.com/america-colombia/2023-10-31/un-pais-que-no-cambia.html
- Elespectador.com (2023). Mensajes claros para reconfigurar el camino. Editorial de El Espectador, Bogotá, publicado el 29 de octubre en https://www.elespectador.com/opinion/editorial/mensajes-claros-para-reconfigurar-el-camino/
- Elespectador.com (2023B). El Acuerdo de Paz no entregó al país. Editorial de El Espectador, Bogotá, publicado el 30 de octubre en https://www.elespectador.com/opinion/editorial/el-acuerdo-de-paz-no-l-pais/
- Eltiempo.com (2023). El mensaje de las urnas. Editorial de El Tiempo, Bogotá, publicado el 29 de octubre en https://www.eltiempo.com/opinion/editorial/editorial-de-el-tiempo-del-30-de-octubre-de-2023-el-mensaje-de-las-urnas-821134
- Orozco Tascón, Cecilia (2023). Con las elecciones, ¿Colombia avanza o retrocede? El Espectador, Bogotá, publicado el 31 de octubre en https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/cecilia-orozco-tascon/con-las-elecciones-colombia-avanza-o-retrocede/
- Reynoso, Lucas (2023). Las cuatro claves del resultado de las elecciones regionales en Colombia. El País de España, Madrid, publicado el 30 de octubre en https://elpais.com/america-colombia/2023-10-31/las-cinco-claves-de-como-las-elecciones-regionales-cambian-el-panorama-politico-en-colombia.html
- Rojas Carvajal, Alpher (2023). Hora de rectificar y preparar el futuro. El Tiempo, Bogotá, publicado el 7 de noviembre en https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/alpher-rojas-carvajal/columna-de-alpher-rojas-hora-de-rectificar-y-preparar-el-futuro-5
- Rushdie, Salman (2023). Si la paz fuera un premio. El País de España, Madrid, publicado el 15 de noviembre enhttps://elpais.com/opinion/2023-11-15/si-la-paz-fuera-un-premio.html
- Santos Calderón, Enrique (2023). ¿Y AHORA QUÉ? LOS DANIELES y Cambio Colombia, Bogotá, publicado el 5 de noviembre en https://cambiocolombia.com/los-danieles/y-ahora-que
- Silva, Armando (2023). Los originales. El Tiempo, Bogotá, publicado el 11 de noviembre en https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/armando-silva/los-originales-columna-de-armando-silva-824954
- Torre, Cristina de la (2023). Péndulo a la derecha: ¿y el cambio? El Espectador, Bogotá, publicado el 30 de octubre en https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/cristina-de-la-torre/pendulo-a-la-derecha-y-el-cambio/
Dr. Dairo Elías González Quiroz: Magnífico análisis de la triste realidad Nacional en Colombia. Petro carece de comunicación eficiente y es incapaz de contrarestar la orquestada y eficiente estrategia de la derecha de desprestigiar el gobierno de Petro, agrandar sus errores y minimizar sus logros, se ha ido construendo, el relato de un supuesto mal gobierno, que está desilucionando la población colombiana y en donde, sí, el discurso es malo hay que responder con un discurso más argumentado y demostrando lo producido.
Mi apreciado amigo y colega, mil y unas gracias por su juiciosa lectura y atinados comentarios.
Buena noche.
Es de reconocer y tener en cuenta; la postura tomada por el candidato a la alcaldía, Gustavo Bolívar.
Ha reconocido honestamente el resultado de las elecciones, proponiendo un estudio exhaustivo de la situación actual; no sólo del gobierno, sino también del partido.
De esta actitud, es que se comienza una verdadera y eficaz reconstrucción.
Gracias por su tiempo y atención.
Así es profesor Héctor. Con gusto.
Es un análisis sesudo y muy amplio. Bolívar me pareció un candidato muy endeble; el ser uno de los alfiles protuberantes de Petro, no es un mérito en sí mismo.
Esperamos seguir contando con tus esclarecedoras columnas, esta me pareció magnífica.
Maestro Borja, muchas gracias por su juiciosa lectura y atinado comentario.
La sabiduría popular dice: «Del error se Aprende». Se hace Necesario continuar luchando por una Colombia transparente en sus acciones y no repetir con la desfachatez de los anteriores gobiernos de la Corrupción continúa que trae atrasos a nuestra sociedad.
De acuerdo profesor Alcides.